Ver espuma en el mar no es raro. A veces se vuelve espesa y forma un arco en la orilla; otras veces flota en la superficie del mar y desaparece rápidamente.
¿Cuál es el causante de este suceso marítimo? No hay una sola razón. Aquí te contamos cuáles son.
Espuma y salinidad
La primera razón tiene que ver con la salinidad del mar, responsable de la sed que sentimos al salir del agua.
El mar tiene espuma porque contiene una gran cantidad de sal. Esta, junto con el viento que forman las olas, la fuerza de las mismas y el movimiento constante de las mareas, se bate. Como resultado, se hace más espesa y genera espuma.
Dependiendo del estado de la marea, se forma espuma de distintos tipos. Puede ser ligera y acuosa o consistente, densa y opaca.
La espuma como mecanismo de limpieza
Otra razón es un mecanismo propio del océano. A través de la espuma, los mares eliminan impurezas orgánicas, algas y animales muertos que contienen.
Esto ocurre porque los materiales orgánicos y minerales disueltos en el océano tienden a concentrarse y agitarse entre sí, favoreciendo la formación de burbujas de aire.
Estas burbujas funcionan como transportadoras, reuniendo lo que no pertenece y llevándolo a la superficie y luego a la orilla. No es un proceso sistemático ni infalible.
Impacto de la contaminación
La tercera razón está relacionada con la contaminación. Diversos productos químicos y materiales tóxicos pueden llegar a los cuerpos de agua si no se controlan adecuadamente.
Una vez presentes en el agua, los contaminantes pueden afectar la tensión superficial, la estabilidad de las burbujas y la composición de la espuma natural, dando lugar a espumas más densas y potencialmente peligrosas.
Espuma roja en Necochea, Mar del Plata y otras playas de la Costa Atlántica
A mediados de febrero un fenómeno natural captó la atención de lugareños y turistas en las playas de varios puntos de la Costa Atlántica: la acumulación de un gran número de algas rojas en la orilla.
Pese a que este tipo de eventos no es raro en las playas bonaerenses, su aparición generó interrogantes sobre sus causas y posibles efectos.
Las algas rojas, denominadas científicamente rodofitas, se tratan de organismos marinos que suelen habitar en las profundidades del océano. Su distintivo color se debe a la ficoeritrina, un pigmento que les permite captar las longitudes de onda de la luz solar que alcanzan mayores profundidades.
Si bien su presencia en la costa puede resultar llamativa, no representa un riesgo para la salud humana. No obstante, cuando se acumulan en grandes cantidades y comienzan a descomponerse bajo el sol, pueden desprender olores desagradables que afectan la experiencia de los visitantes en las playas.
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