El país africano Somalia no solo figura entre los países más pobres del mundo, sino que también es de los que resultaron más perjudicados por los efectos del cambio climático.
Sin embargo, las autoridades sorprendieron en estos días con declaraciones que muestran optimismo al respecto. “Tiene solución“, dijo el principal funcionario en materia de clima.
La nación africana viene de 30 años inmerso en conflictos superpuestos, desde guerra civil, hasta la insurgencia islamista, y una serie de enfrentamientos regionales. Sin embargo, Abdihakim Ainte, el asesor climático del primer ministro somalí, todavía considera a su país como “una historia de potencial, de promesas”.
Así lo expresó en una entrevista brindada a la BBC, pese a que el calentamiento global amplifica prácticamente todos los desafíos que enfrenta su país.
Cómo el cambio climático golpeó a Somalia
Somalia, el país más oriental del continente africano, lejos está de ser considerado responsable del cambio climático. Es que las cifras lo avalan. Emitió aproximadamente la misma cantidad de dióxido de carbono procedente de combustibles fósiles desde los años 50 que Estados Unidos en un promedio de tres días.
Según los registros, los efectos más evidentes se produjeron en la agricultura local, su principal motor económico. Cerca de dos tercios de la población depende de la agroganadería para obtener la mayor parte de sus ingresos.
Y en 2022, Somalia experimentó la peor sequía en 40 años, un fenómeno que, según estiman los científicos, fue 100 veces más probable debido al cambio climático provocado por el ser humano.
También se alteraron fuertemente los patrones de lluvia que hicieron posible la forma de vida que llevan los habitantes. Además, como otra cara de la misma moneda, el año pasado el territorio sufrió graves inundaciones que arrasaron la vida de cientos de personas, junto con suelos y estructuras.
Por otra parte, la ONU estima que más de 1,5 millones de chicos de menos de cinco años padecen desnutrición aguda en Somalia.
“Tiene solución”
Pese al panorama, de acuerdo con la crónica realizada por el medio británico, la central eléctrica local de Garowe, por ejemplo, comenzó a invertir en energía eólica y solar. Abdirazak Mohamed aseguró que no recibió ninguna subvención ni ayuda del extranjero.
La Corporación Nacional de Energía de Somalia (NECSOM), apuntra a las energías renovables porque son “mucho más rentables” que los generadores diésel de los que dependía la central eléctrica.
Pese al optimismo del funcionario, el reporte apunta también que será necesaria la cooperación internacional para que Somalia afronte la situación que lo azota.