Expertos en ética médica se reúnen hoy para definir los límites éticos en el uso de tratamientos experimentales para combatir el ébola, una enfermedad infecciosa grave por la cual la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la ’emergencia sanitaria internacional’.
El brote registrado en África occidental desde el pasado marzo, y que los países afectados no han conseguido detener, causó la muerte de cerca de un millar de personas en Guinea Conakry, Sierra Leona y Liberia, países a los que se pidió tomar medidas de contención.
La situación en Nigeria, donde hay dos muertos, se sigue también de cerca para detectar lo antes posible nuevos casos de enfermos.
El ébola, una enfermedad que fue descubierta en 1976, no tiene tratamiento porque no existe medicina ni vacuna contra el virus, aunque algunos laboratorios trabajan en el desarrollo de algunas opciones terapéuticas, consigna la agencia de noticias Efe.
La decisión de la OMS de convocar a esta reunión de expertos busca justamente ofrecer respuestas a la disyuntiva ética de si se pueden usar fármacos que no se ha constatado que sean seguros y si, aun así, deberían probarse en enfermos de ébola ante la gravedad de este brote.
Una pregunta ética adicional tiene que ver con el acceso a tal medicina en caso de que se autorizara su uso, pues las que se experimentan existen en cantidades muy limitadas y habría que definir quién la recibiría y en qué circunstancias.
La cuestión tomó gran relevancia tras saberse que dos empleados sanitarios de una ONG estadounidense que contrajeron el ébola y fueron repatriados a Estados Unidos recibieron el fármaco ZMapp, al igual que un religioso en España, que también contrajo el letal virus en Liberia.
‘Este brote nos plantea una situación poco habitual. Estamos ante una enfermedad con una alta tasa de mortalidad y para la que no disponemos de tratamiento ni vacunas de eficacia y seguridad demostrada’, dijo la subdirectora general de la OMS, Marie-Paule Kieny.
‘Tenemos que pedir a los expertos en ética médica orientaciones sobre cuál sería la actitud responsable’, agregó.
La reunión se realiza en Ginebra por teleconferencia, con la participación de expertos y representantes de los países afectados.