Las crisis económicas siempre recaen sobre los más vulnerables, en este caso es con el abandono de camadas de animales.
Lamentablemente, perros y gatos callejeros son los seres que se llevan la peor parte del problema económico. Aseguran que en la capital detectan hasta 30 camadas de animales, muchas veces cachorros, a razón de unas 4 por día. Esto se suma al aumento de casos de maltrato.
“Estamos viviendo un caos en la provincia, no solamente por la falta de políticas públicas, sino por falta de educación, concientización y por falta de responsabilidad de nosotros, los vecinos. Ha aumentado la población de animales abandonados, tanto de gatos como de perros y las castraciones la verdad que han sido muy escasas y siguen siendo muy escasas”, dijo la proteccionista Elsa Palma, como primer diagnóstico del escenario actual.
La activista mencionó que en otras jurisdicciones se establece un plan de castraciones anual equivalente a un 20% de la población de una ciudad, de manera sostenida por dos años, para ver buenos resultados. Ella sabe que hay un quirófano móvil del Municipio, pero el atraso en las castraciones es grande: en zona sur es de unas 700 operaciones y en la tercera rotonda de unas 1.000.
Palma contó que hace poco visitó el Juzgado de Faltas para ver los expedientes pendientes por maltrato. A pesar de que ella mantuvo reuniones con el intendente Gastón Hissa, reconoció que la gestión tiene una actitud deficiente frente a las denuncias de animales agredidos.
“Hace dos semanas atrás rescaté unas camadas de animales en la zona sur porque estaba muy frío. A los dos días se presentó personal de Zoonosis y los tuve que subir yo, porque ellos no tocan animales. Falta personal idóneo, voluntad política, concientización y educación”, dio como ejemplo.
Incluso lamentó que no se difunde claramente el cronograma para las castraciones. Hasta apuntó que Zoonosis cierra los fines de semana y feriados, con lo cual no hay guardias para urgencias.
“No hay un predio donde llevar a los animales judicializados. Buscamos un hogar de tránsito. Como última instancia van a la canera municipal, pero ya es un lugar de antaño y donde se pueden enfermar los animales. Por eso tratamos de ubicarlos particularmente, pero cada día se nos hace mucho más difícil”, especificó.
La atención que brinda Zoonosis es básica, pero para internaciones o casos graves no cuentan con asistencia y los activistas deben hacerse cargo por su cuenta. Esto genera otro problema. La crisis económica tuvo el efecto de que hay activistas que prefieren no encargar ayudas a veterinarias por operaciones de urgencia. Palma desde hace 3 años no asiste de esta forma.
“Ya no puedo ayudar, pero no por falta de voluntad de los veterinarios, sino porque deben pagar alquileres y reponer insumos que están más caros que cuando los gastaron. La gente que me ayudaba; con la crisis que vivimos en todo el país ya no puede hacerlo. Yo tengo sueldo de empleada doméstica, así que es imposible”, describió.
La penuria de los animales se ve reflejada claramente en las redes sociales. Abundan las publicaciones en
grupos alusivos a la adopción y a las
mascotas. Decenas de
cachorros abandonados a su suerte, varios con severos casos de salud.
“Puedo entender que hay muchas personas que no quieran a los animales, pero no que haya personas que les hagan daño”, remarcó. El último caso grave que encontró fue en el barrio 400 Viviendas Sur. Allí detectaron a una señora que dejó parir a su perra en medio de un temporal de lluvia y granizo.
“A pesar del llamado de atención de los vecinos que le pedían por favor que ingresara la perra adentro, no hizo caso. Es un delito y sufren peor que un humano, porque no pueden hablar ni pedir ayuda”, argumentó. Palma prefirió ir a la Justicia municipal de Faltas, ya que a su parecer la Justicia contravencional da poca atención a la resolución de estos conflictos.
Para Palma es fundamental el cumplimiento de ordenanzas vigentes, como es el caso de una referida al maltrato animal sancionada en 2019, que establece sanciones para vecinos infractores. Y a su vez, un plan integral a nivel provincial de castraciones, que en un plazo de dos años podría controlar a la población animal.
“Hay falta de políticas públicas, pero también falta de empatía de parte de los vecinos para con los animales”, sentenció. Quienes quieran ayudar a la activista, pueden contactarse al 2664388753. “Lo que más necesitamos son familias de tránsito y ayudas con las cuentas veterinarias. Yo pongo los alias de las veterinarias. No solamente yo, todos mis compañeros que rescatan estamos colapsados con las deudas”, finalizó.
