La correcta disposición del aceite de cocina usado evita la contaminación de aguas urbanas, consecuencia de su vertido irresponsable e incontrolado en desagües y alcantarillas de nuestros municipios.
El desconocimiento o la disposición irresponsable por parte de generadores domiciliarios, gastronómicos o industriales, produce efectos nocivos que nos afectan a todos:
- 1 litro de aceite usado puede contaminar más de 1.000 litros de agua.
- Su acumulación en desagües cloacales y pluviales facilita la obstrucción de conductos y la proliferación de colonias de roedores e insectos.
- Su disposición en pozos ciegos produce la impermeabilización de los mismos, obstruyendo la correcta absorción de líquidos.
- Los aceites vegetales usados que llegan a los ríos, se acumulan en la superficie e impiden el paso de la luz solar y del oxígeno, aumentando la mortandad de la flora y la fauna acuática.
Por eso, una correcta disposición del aceite usado permite:
- Beneficiar la depuración de aguas residuales, permitiendo su reutilización.
- Disminuir costos de mantenimiento de redes cloacales y alcantarillado.
- Disminuir los costos de las plantas depuradoras de agua de su provincia o municipio.
- Generar fuentes alternativas de energía: la reutilización del residuo aceite usado como recurso energético, reduce la dependencia de los combustibles minerales y disminuye la huella de carbono en su uso en el transporte.
Seguridad Alimentaria
Los aceites de cocina utilizados en forma reiterada, comienzan a desarrollar radicales libres y acrilamidas que son nocivos para la salud humana. Por eso, los aceites vegetales para la cocción poseen un límite máximo de reutilización.
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