Aerogeneradores domésticos para tener electricidad gratis

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Al igual que los modelos gigantes que se instalan en campos o en el mar, los aerogeneradores domésticos son máquinas capaces de producir electricidad que funcionan convirtiendo en primer lugar la energía cinética del viento en energía mecánica a través de una hélice, y posteriormente esta energía mecánica en energía eléctrica gracias a un alternador.

Los modelos de uso residencial son mucho más pequeños que los “profesionales”, más sencillos de instalar y también menos potentes, pero aún así necesitan para poder aportar energía a la red eléctrica de un sistema de sincronización para que la frecuencia de la corriente generada se mantenga sincronizada con la frecuencia de la red.

En general en el mercado actual podemos encontrar dos tipos de aerogeneradores para instalar en viviendas: los de eje horizontal y los de eje vertical, cada uno con sus ventajas e inconvenientes como veremos a continuación.

Los de eje horizontal son aquellos en los que el eje de rotación del equipo está situado de forma paralela al suelo, siendo por ahora los más habituales gracias a su buena eficiencia y fiabilidad. Suelen tener el eje de rotación colocado en la parte superior de un mástil y cuentan con un sistema de palas de diferentes dimensiones y en distintas cantidades que atrapan la fuerza del viento.

Este eje tiene que orientarse constantemente hacia la dirección del viento para lograr el máximo rendimiento, por lo que también cuentan con una veleta o un motor eléctrico que permiten lograrlo de forma sencilla y automática sin que tengamos que intervenir.

El segundo gran grupo de aerogeneradores es el de eje vertical, unos equipos donde el eje de rotación se encuentra perpendicular al suelo. Su principal ventaja es que las palas son de tipo vertical, mucho menos llamativas y molestas, por lo que se pueden situar unos cerca de otros y en espacios más reducidos donde haya cerca otros elementos como antenas, árboles, etc.

Además, no necesitan sistema de orientación hacia la dirección del viento, ya que sus palas son omnidireccionales, se pueden colocar más cerca del suelo, su mantenimiento es más sencillo y pueden funcionar con velocidades de viento más reducidas.

Qué tener en cuenta antes de comprar un aerogenerador doméstico

Una vez que hemos repasado los tipos y las características básicas de los aerogeneradores para uso doméstico vamos a ver qué aspectos conviene tener en cuenta a la hora de escoger nuestro modelo ideal.

Idoneidad de instalar un aerogenerador en casa: el punto más importante antes de pensar en instalar uno de estos generadores en casa es comprobar si nuestra vivienda es adecuada para hacerlo, algo que va más allá del espacio disponible encima del garaje, tejado o jardín.

Tendremos que pensar si en nuestra zona suele haber viento de forma habitual y con suficiente fuerza como para mover las aspas del equipo, ya que si estamos rodeados por árboles grandes, otros edificios, nos encontramos en un valle o similar, puede que apenas podamos sacarle partido salvo en días muy concretos donde haga mucho viento.

Tipo del aerogenerador y espacio necesario para la instalación: este es un punto muy importante, ya que del espacio disponible y de las características del lugar donde pensemos instalarlo dependerá que nos decidamos por uno u otro tipo.

Así, por ejemplo, si contamos con un espacio amplio y despejado podremos pensar en un modelo de eje horizontal, mientras que si estamos más limitados deberemos optar por uno de tipo vertical.

Materiales y calidad de fabricación: en el mercado encontraremos multitud de modelos fabricados con materiales de distintas calidades. Los más baratos abusarán del plástico y aceros o aluminio de bajo grosor, mientras que los más caros y resistentes nos ofrecerán fibra de carbono, aceros de alta densidad y materiales que resistan mejor la corrosión como pinturas y barnices especiales. Si queremos un producto que dure muchos años nos convendrá revisar bien cómo están fabricados.

Potencia que son capaces de suministrar: es uno de los puntos más importantes en las especificaciones de estos generadores, con valores que van de unos pocos cientos de vatios hasta varios kilovatios.

En general, si lo que queremos es un sistema de generación auxiliar nos bastará con un modelo de 400-600 vatios, pero si estamos pensando en alimentar toda la vivienda ya tendremos que irnos a equipos más caros y grandes que pueden superar los 3.000-4.000 vatios.

Facilidad de instalación: los generadores más pequeños suelen ser sencillos de instalar y vienen con todo lo necesario en el kit como para empezar a usarlos desde el primer minuto.

Sin embargo, si lo que buscamos es un modelo más grande y potente probablemente tendremos que contratar los servicios de un profesional que nos asesore e instale los aparatos, sobre todo si queremos ponerlo en el tejado, algo que habrá que sumar al el costo total de adquisición.

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