La Secretaría General de la Gobernación bonaerense y la Universidad Nacional de La Plata trabajan en conjunto en la “5ta campaña de recolección de equipamiento informático en desuso”, que se extenderá hasta el próximo viernes y que tiene como objetivo generar conciencia y evitar que los desechos electrónicos dañen al medio ambiente.
El secretario general, Martín Ferré, explicó que “la articulación con la UNLP y con organismos provinciales es fundamental para fomentar la donación y el reciclado de equipos: esto no sólo evita la contaminación sino que sirve como práctica para los alumnos y ayuda a achicar la brecha tecnológica ya que una vez puestos en condiciones son donados a organizaciones, instituciones y escuelas”.
A través de la Subsecretaría General y la de Modernización del Estado, la Provincia cedió un espacio físico para la campaña de la UNLP y dispuso móviles oficiales para colaborar con el traslado del equipamiento donado.
En tanto, el subsecretario general, Pablo Pernicone, a cargo de las áreas de informática y de telecomunicaciones de la Provincia, detalló que “el desarrollo de nuevas tecnologías provoca el recambio constante de artefactos y, con ello, un incremento de los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE), por lo que es trascendental un trabajo conjunto para generar conciencia y lograr la disposición segura de elementos o favorecer la reutilización tecnológica”.
La campaña se realiza en el marco del Programa E-Basura de la Facultad de Informática de la UNLP, y consiste en recibir donaciones de equipamiento en desuso que, una vez reciclados, son enviados a establecimientos educativos y otras organizaciones.
Desde su puesta en marcha, en 2009, fueron beneficiadas 164 instituciones, lo que involucra a más de 34 mil personas con posibilidades de alfabetización digital, según se informó.
Los especialistas de la dirección provincial de Sistemas de Información y Tecnologías informaron que, en promedio, los equipos informáticos tienen un 3 por ciento de elementos potencialmente tóxicos, como plomo, mercurio, berilio, selenio, cadmio, cromo; sustancias halogenadas y otras ignífugas como el arsénico y el amianto que pueden generar daños ambientales o a la salud de las personas.
No obstante, los técnicos aclararon que los componentes no contaminan mientras estén en funcionamiento o almacenados correctamente, a la vez que detallaron que se puede recuperar y reciclar entre un 90% y un 95% de cada equipo.
Por eso, la DPSIT recomendó no sacar a la calle ni arrojar a la basura monitores, computadoras o impresoras en desuso y, por el contrario, exhortó a los usuarios a llevarlos a centros de reciclado para que estos dispositivos o algunas de sus partes puedan ser reutilizados y donados a instituciones sin fines de lucro o escuelas.
Fuente: Télam