Se ha conseguido diseñar un sistema de digestor anaeróbico que recicla restos de comida para producir energía eléctrica y calor. El sistema digestor es autosostenible dado que la electricidad y el calor generados lo energizan completamente, en todos sus procesos.
Este avance es obra de científicos de la Universidad Nacional de Singapur (NUS) y la Universidad Jiao Tong de Shanghái en China.
En Singapur, los restos de comida suponen alrededor del 10 por ciento de los residuos totales generados en la nación, mientras que la tasa de reciclaje de tales residuos está actualmente en alrededor del 14 por ciento. En otros países la situación es también manifiestamente mejorable.
El equipo de Zhang Jingxin y Tong Yen Wah, ambos de la NUS, busca ayudar a reducir el volumen de desechos alimentarios.
El nuevo sistema de digestor anaeróbico es sencillo de operar, y permite generar electricidad, calor y fertilizantes a partir de los restos de comida que de otro modo se eliminarían sin aprovechamiento alguno. Todos los procesos en el sistema pueden ser fácilmente controlados y monitorizados para asegurar un rendimiento óptimo y seguro. Por ejemplo, hay sensores que están programados para enviar avisos sobre la marcha del proceso y advertir de cualquier problema de seguridad en tiempo real, directamente al equipo, a través de alertas de teléfono móvil.
Un digestor anaeróbico funciona como un estómago bioquímico que descompone la materia orgánica en un entorno sin oxígeno (anaeróbico). Usando una mezcla especialmente escogida de microorganismos anaeróbicos, el sistema digestor descompone de forma eficiente los restos de comida convirtiéndolos en biogás, que posteriormente se invierte en generar calor y energía eléctrica.
El calor se reutiliza para producir agua caliente que es canalizada de vuelta al revestimiento que rodea el tanque del digestor anaeróbico a fin de asegurar que la “digestión” se mantenga a una temperatura de trabajo óptima de unos 50 grados centígrados.
Desde la computadora de control, los sensores y las luces, hasta los motores, bombas y ventiladores, cada componente del sistema funciona completamente a partir de la electricidad generada en el sistema autosuficiente.
La energía eléctrica sobrante es almacenada en baterías, y puede ser usada para recargar aparatos electrónicos como teléfonos móviles o tabletas.
A juzgar por los cálculos del equipo, una tonelada de restos de comida puede generar 200 kilovatios-hora (kWh) hasta 400 kWh de electricidad, dependiendo de la composición de los residuos. Por ejemplo, los restos de comida que contienen muchos carbohidratos, proteínas y contenidos grasos producen más biogás, por lo que proporcionan más energía eléctrica.
El digestor anaeróbico también convierte cerca del 80 por ciento de los residuos de comida introducidos en el sistema en un digestato rico en nutrientes, que puede ser procesado para producir fertilizantes líquidos capaces de satisfacer las necesidades agrícolas.