La alternativa de cuero vegano en los usos conocidos está dando mucho de que hablar. Como el impacto de la ganadería en la producción de cuero convencional no está ajena del afectamiento animal, una pareja de la ciudad norteña de Wattrelos decidió hacer algo.
Loïc Debrabander y Anaëlle Picavet en su esfuerzo por reducir el desperdicio de alimentos y la afectación de las especies realizaron una búsqueda de opciones que los llevó a usar mangos y plátanos sobrantes para lograr su objetivo.
La mayoría de los materiales conocidos que son utilizados para una alternativa al cuero están hechos de plástico, por lo que no era una opción para los emprendedores ecológicos. Si bien estas alternativas eliminan a los animales de la ecuación, no son biodegradables y dependen del petróleo, por lo cual la contaminación ambiental sigue presente en su creación del cuero.
Los dueños de esta startup también les interesa el asunto del uso inteligente de los desperdicios de alimentos. “Fueron nuestros valores los que nos impulsaron a poner en marcha el proyecto hace aproximadamente un año”, explicó el cofundador. Y aunque reconocen que no fue un camino fácil, los resultados obtenidos son observados con positivismo.
Durante los primeros meses experimentaron con remolacha, champiñones y patatas. “No funcionó. Entonces con las manzanas, empezamos a tener algo convincente”, dijo Debrabander.
Los datos de producción de la empresa mencionan que se utilizan alrededor de 100 toneladas de plátanos para fabricar de 5.000 a 8.000 metros cuadrados de su cuero vegetal. Lo interesante es que se usa la piel de frutas que ya se han desechado por los vendedores.
El material de Vegskin se promociona como una alternativa mucho más sostenible a la piel de vaca. Se plantea utilizar este producto para la fabricación de zapatos o inmobiliaria.
Lanzar Vegskin para productos de alta gama es la tarea pendiente que tienen los emprendedores. Otras compañías emergentes están siguiendo los pasos de Vegskin y se espera que gigantes del mercado internacional como Adidas y Kering se abran a esta posibilidad ecológica.
Estudios recientes estiman que la demanda de este tipo de cuero se convertirá en un mercado global de 2.200 millones de dólares para 2026. En los últimos meses las marcas comerciales reconocidas han recurrido a cueros libres de materiales extraídos de combustibles fósiles.
Hacer un cuero vegano llamado comercialmente VegSkin puede ser la apuesta más importante de la temporada, en materia ecológica.