El 99% de los desechos reciclables que se recolectan como basura en las Islas Galápagos, ubicadas en el Pacífico ecuatoriano y Patrimonio de la Humanidad, provienen de países de Asia y América Latina, dijo el ministro de Ambiente, Gustavo Manrique.
Una investigación de la cartera de estado ha demostrado que los residuos que llegan a las costas de la isla provienen de Perú y Ecuador, aunque principalmente provienen de las embarcaciones asiáticas que pescan en aguas internacionales. Su estudio ha proporcionado pruebas suficientes para sospechar que estos desechos proceden de barcos chinos que pescan calamares gigantes todos los años en Ecuador. También, aunque en menor cantidad, proceden de Argentina, Chile y Perú.
Esto sucede a pesar de que los barcos que operan en aguas internacionales, frente a la Zona Económica Exclusiva de las Galápagos, tienen prohibido arrojar cualquier tipo de plástico al mar. Sin embargo, se han encontrado botellas, latas de aceite para barcos y sacos de yute con caracteres asiáticos, en su mayoría chinos, que se amontonan a orillas de las playas del Archipiélago, indicando que los desechos de estos barcos son arrojados al mar.
Pescadores e investigadores han encontrado plástico en los estómagos de los peces, han visto iguanas, leones marinos y tortugas asfixiadas por bolsas de plástico. Esto significa que hay un problema regional que requiere una solución global, según explicó el ministro Manrique durante una visita a la isla, cuya flora y fauna únicas en el mundo están amenazadas por la acumulación de basura plástica a su alrededor.
Del total de desechos que llegan a las Galápagos, el 16 % proviene del área internacional y solo el 1 % corresponde a los desechos producidos en el área insular, que se encuentra a 1.000 km de la costa de Ecuador, según información de la cartera de ambiente del gobierno ecuatoriano.
En términos del ministro Manrique, todo lo que se hace fuera de las Galápagos tiene un impacto en las islas. El funcionario ofreció estas declaraciones durante su participación en la firma de un convenio entre el Aeropuerto Ecológico Galápagos y la aerolínea chileno-brasileña LATAM Airlines para el transporte anual de tres toneladas de botellas de plástico recolectadas de las islas y que serán transportadas a Quito, donde serán convertidas en hilo para la elaboración de uniformes industriales.
Según Conservación Internacional Ecuador, entre 2017 y 2022 ya se han retirado unas 77 toneladas de desechos plásticos de las Galápagos. Mariana Vera, quien está a cargo del programa de la ONG para las islas, dijo que se ha identificado de dónde se tiran los desechos. Según la ambientalista más del 40% tienen etiquetas peruanas, dijo el ambientalista, y más del 30% tienen etiquetas chinas. También se encontró basura de Centroamérica. Vera dijo que cerca de las islas operan grandes compañías navieras internacionales de origen asiático, muchas de las cuales son embarcaciones con bandera china.
Las bolsas de plástico en el agua se confunden con medusas que son pelágicos de cuerpo gelatinoso que forman parte de la dieta de las tortugas marinas de las Galápagos. Estos reptiles devoran el plástico que pronto les tapan los intestinos provocando su muerte.
El cormorán mancón, endémico de las Galápagos y único en el mundo, a menudo hace sus nidos con cosas que encuentra en la playa, como algas o estrellas de mar. Pero ahora los está construyendo con desechos plásticos.
Las investigaciones demuestran que 33 especies en la isla se han incrustado o se han envenenado ingiriendo estos desechos. De estos, 13 son animales endémicos, es decir, viven solo en esta parte del planeta. Las Galápagos son parte de la reserva de biosfera del mundo y uno de los parques nacionales más sensibles del mundo.