Organizaciones ecologistas denunciaron que un manto de plástico cubre las aguas del lago Suchitlán, en El Salvador, y las paradisíacas playas del Caribe hondureño, que reciben miles de toneladas de desechos de Guatemala. Botellas, envases, calzados y todo tipo de materiales plásticos flotan en las aguas verdes del lago y las cristalinas de la costa del mar caribe.
El lago salvadoreño de 13.500 hectáreas, el mayor cuerpo de agua dulce del país, que además sirve de embalse a una central hidroeléctrica y es considerado un humedal de importancia internacional por la Unesco, está en una situación crítica. “Desde hace más de dos meses que no podemos ejercer la pesca”, cuenta Luis Peñate, un pescador del lugar.
Patos se abren paso entre la basura, pequeñas tortugas se suben a las botellas flotantes para asolearse y algunos caballos flacos beben del agua contaminada.
Contaminación “nunca vista”
Es una “contaminación nunca vista”, asegura Jacinto Tobar, alcalde del poblado de Potonico, en el departamento de Chalatenango, a unos 100 km al norte de San Salvador. “La fauna, la flora están sufriendo mucho” y los turistas son cada vez menos, afirma.
Con unos 2.500 habitantes, Potonico es el municipio más afectado de unas 15 localidades ribereñas al lago.
La Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa, que administra la vida del embalse del Suchitlán, emplea a decenas de trabajadores que limpian a mano el lago. Y algunos vecinos colaboran en esta tarea que según el alcalde llevará tres a cuatro meses.
El ministro salvadoreño de Medio Ambiente, Fernando López, aseguró que a diario en el país se generan 4.200 toneladas de desechos, y de esas unas 1.200 terminan en ríos, playas o en calles en todo el territorio.
Islas de basura
Uno de los peores focos de contaminación plástica en la costa caribeña de Centroamérica está en las playas de la región de Omoa, en Honduras.
En algunas zonas de esta región a unos 200 km al norte de Tegucigalpa la arena está prácticamente recubierta por una gruesa alfombra plástica de envases de todo tipo, jeringas y otros desechos. “Esta basura viene del río Motagua, del lado de Guatemala, no la han podido detener”, lamenta un residente de la zona, Cándido Flores, de 76 años.
Las toneladas de desechos que arrastra el río Motagua desde Guatemala crearon “islas de basura” que flotan en el Caribe hondureño, según denuncias reiteradas de autoridades y activistas locales.
Toneladas de plásticos viajan por el río
La ONG holandesa The Ocean Cleanup advierte que por el río Las Vacas, afluente del Motagua, pasan cada año unas 20.000 toneladas de desechos plásticos que en su mayoría provienen del relleno sanitario de la capital guatemalteca.
El presidente del Centro de Tecnología Apropiada (CESTA) de El Salvador, Ricardo Navarro, considera que la limpieza del material plástico “es una prioridad”. Explicó que solo un 30% flota, y que el resto se hunde en la profundidad de las aguas.
Según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), 11 millones de toneladas métricas de plástico ingresan cada año a los océanos. Advirtió que esa cifra puede triplicarse en los próximos 20 años.