Todos los residentes de Kamikatsu están comprometidos con la labor, y gracias a esto, se eliminaron los camiones recolectores de basura, que en la zona montañosa en la que está insertado el pueblo.
El trabajo meticuloso de sus habitantes es la única forma de llevar a cabo tan loable labor. Cada familia ha aprendido a separar los residuos en 34 categorías distintas, y son llevados a un centro re recolección comunitario, en el que se le encuentra un destino para cada una de las categorías.
En una comunidad tan solidaria con el medio ambiente y con otros, no podía faltar la cultura del trueque. En la isla hay un centro de intercambio, en el cual los ciudadanos pueden dejar otros elementos u objetos que ya no necesiten, y pueden tomar algo que otro haya dejado a modo de trueque.
Todo esto está enmarcado en el programa gubernamental Residuos Cero, que fue implementado en el año 2001.
En un principio, la meta del programa era reducir las tasas de incineración de residuos domésticos, una práctica usual por aquellos años cuando los vecinos quemaban toda la basura revuelta, incluyendo lo biodegradable y reciclable.
Con el dinero recaudado por el reciclaje de residuos, el municipio brinda subsidios para comprar equipamientos para hacer composta, bonos para compra de comida y otros insumos para el bienestar de la ciudad.
Según datos del gobierno loca, en 2003 Kamikatsu producía 268 kilogramos de basura anuales. Actualmente, ese número se redujo a 27. Esto significa que el reciclaje es del 90%. A nivel nacional, el porcentaje promedio de reciclaje en Japón llega apenas al 20%. El pueblo isleño quiere llegar a reciclar el 100% de su basura para el 2020.