La extensión mínima anual de los hielos árticos, que se verifica en septiembre, pasó de 7,7 millones de kilómetros cuadrados en 1980 a 3,7 millones en 2020.
Los datos comparados del julio de 2020 con los mismos meses de hace una y dos décadas muestran una clara tendencia a la pérdida de zonas cubiertas por el agua helada
Un estudio reciente apunta que la reducción de las banquisas árticas fue tres veces mayor en verano de 2018 que hace 40 años, derritiéndose a un ritmo del 12,8% cada década.
El calentamiento global está abriendo nuevos territorios para las especies, lo que tienen un impacto en los hábitats y hace aumentar los gases de efecto invernadero