Mendoza y sus volcanes: una aventura turística inolvidable

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A lo largo de la Cordillera de los Andes, no sólo hay montañas con nieve. También es el hogar de varios volcanes; los cuales muchos, por suerte hoy, se encuentran inactivos. Sin embargo, han dejado su huella y restos de sus erupciones alrededor del suelo.

Pero en la provincia de Mendoza, no sólo hay volcanes, sino que también forman parte de un parque. Allí, además del resto de las rocas y suelo teñido por las cenizas antiguas, hay una fauna y flora típica de la región, que crece y habita de manera salvaje. Es por eso que para los amantes de lo extremo, La Payunia debería ser una parada obligatoria al menos una vez en la vida.

Qué ver en La Payunia, Mendoza

En La Payunia el paisaje está impregnado de la majestuosidad y la fuerza de la actividad volcánica. Los volcanes, con sus imponentes alturas y sus cráteres marcados por intensas explosiones y flujos de lava, dan forma a un entorno único y fascinante.

El Payún Matrú, con su vasta caldera y la laguna semipermanente en su interior, es un testimonio tangible de la fuerza explosiva que moldea el paisaje volcánico. Su hundimiento posterior a una fuerte explosión ha creado un escenario natural impresionante, alimentado por la nieve y las precipitaciones.

El Payún Liso, con su cráter que alberga un planchón de hielo en invierno y una lagunita en primavera, ofrece un contraste visual interesante, mostrando la dualidad de la vida en un entorno volcánico.

El volcán Santa María, aunque más pequeño en comparación con los anteriores, deja su huella en el paisaje con una de las mayores coladas de la región, que se extiende a lo largo de 17 kilómetros. Las coladas de lava y el material piroclástico dan al área una apariencia única y misteriosa, especialmente en la zona conocida como “Pampas Negras”, donde los cráteres y el lapilli oscuro dominan el paisaje.

El “Campo de bombas” añade otro elemento intrigante, con sus formaciones circulares de material piroclástico, las “bombas volcánicas”, que son testimonio de la violenta actividad explosiva del volcán, donde burbujas de roca fundida son expulsadas y moldeadas en formas diversas al enfriarse.

La región de La Payunia alberga una diversidad notable de plantas, entre las cuales destacan el solupe negro, la leña amarilla y tres variedades de jarilla, así como la pichanilla y la melosa, que constituyen una parte significativa de la vegetación arbustiva. Los pastizales, por su parte, están compuestos principalmente por el tupe y la flechilla, con manchones dispersos de junquillo entre ellos.

Además, allí habitan una gran cantidad y variedad de animales. Entre ellos, destaca el guanaco, cuya población en la región alcanza los 14.000 individuos, una de las más grandes de Argentina. Este imponente herbívoro tiene la notable capacidad de sobrevivir largos períodos sin consumir agua, lo que le permite explorar vastas extensiones de terreno en busca de alimento.

Otros mamíferos, como el zorro gris, el zorro colorado, el gato del pajonal, la liebre mara y el piche patagónico, también encuentran en esta área natural protegida un hábitat propicio para alimentarse, reproducirse y llevar a cabo su ciclo vital. Además, una variedad de aves, como el chorlo cabezón, la monjita castaña, el yal carbonero y la calandria mora, comparten este entorno con un ave peculiar, el ñandú, que, a pesar de no volar ni cantar, impresiona por su imponente tamaño.

Cómo llegar a La Payunia, Mendoza

La Payunia se encuentra dentro del departamento de Malargüe (Distritos Río Grande, Agua Escondida y Río Barrancas), a 90 km. de la ciudad de Malargüe y cerca de 570 km de la ciudad de Mendoza.

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