Ubicado en La Pampa, el Parque Luro es un espacio singular que parece detenido en el tiempo.
Con 7660 hectáreas, esta reserva natural combina bosques centenarios de caldén, fauna autóctona y una joya arquitectónica, ofreciendo una experiencia inmersiva lejos del turismo convencional.
El último gran bosque de caldén
El Parque Luro protege uno de los últimos bosques de caldén en excelente estado de conservación, un árbol resistente y de aspecto retorcido que da vida a un ecosistema casi desaparecido por el avance de la agricultura.
Además, el área alberga pastizales arenosos y dos lagunas salinas, que sirven de refugio para una rica avifauna.
El Castillo: un viaje al pasado pampeano
La gran atracción del parque es “El Castillo”, la antigua residencia de José Luro, hoy declarada Monumento Histórico Nacional. Esta casona de principios del siglo XX, convertida en museo, permite recorrer:
- Sala de carruajes.
- Tambo y caballerizas.
- Mobiliario original de la época.

Ubicada sobre la Ruta Nacional 35, cerca del departamento de Toay, esta reserva comparte geografía con el escenario del Turismo Carretera, un evento automovilístico emblemático del país.
Actividades para conectar con la naturaleza
El Parque Luro ofrece múltiples experiencias para los visitantes:
- Avistaje de fauna: ciervos colorados, jabalíes, zorros, gatos monteses, vizcachas, ñandúes y una gran variedad de aves.
- Senderismo: seis circuitos señalizados que recorren caldenales, lagunas y médanos.
- Cabalgatas y visitas guiadas.
- Astroturismo y actividades educativas.
Para quienes buscan una experiencia completa, el parque cuenta con hostería y camping, aunque Santa Rosa ofrece opciones de alojamiento más sofisticadas.
Un rincón oculto para descubrir
El Parque Luro es un destino que fusiona historia, ecología y turismo, permitiendo a sus visitantes explorar paisajes únicos y un legado cultural invaluable en el corazón de La Pampa.
Foto de portada: larutanatural