Entre el 20 de diciembre y el 10 de este mes, 10.262 visitantes recorrieron esas reservas, precisó Paula Kraliczek, responsable de Prensa de la cartera de Medio Ambiente.
El ranking lo encabeza Mogote Bayo, en Merlo, con 4.782 visitas, un predio de 260 hectáreas donde el Ministerio de Medio Ambiente trazó dos circuitos de trekking para los turistas.
Uno de ellos, llamado Biodiversidad, se transita en poco más de 20 minutos, con autoguiado por cartelería que aporta toda la información necesaria.
El segundo, el Sendero de la Cruz, es más extenso y se recorre en casi cuatro horas, también autoguiado, y en el camino puede encontrarse fauna silvestre como llamas, halcones, águilas moras y reinas moras, además de la flora autóctona.
Esta opción será muy visitada en la Semana Santa, ya que a lo largo del trazado se encuentran estaciones del Vía Crucis y se llega hasta una cruz metálica ubicada en un punto estratégico’, destacó el jefe de Áreas Naturales Protegidas del ministerio, Julián Muñoz.
El lugar donde está ubicada la cruz constituye un mirador natural ‘que brinda una completa y bellísima vista de todo el Valle del Conlara’, añadió.
El Bajo de Véliz, en Santa Rosa del Conlara, ocupó el segundo lugar en las preferencia del verano, con 4.408 ingresos, según el informe.
Se trata de un área natural de más de 6.000 hectáreas, con dos atractivos muy importantes, uno de los cuales es la Cantera de Laja, una reserva peleontológica que aloja restos fósiles de flora.
El otro es el Guayacán Gigante, un ejemplar del llamado ‘árbol de la vida’, que fue preservado y reconocido por los habitantes de la zona y es el más austral de la Argentina.
El área está surcada por el río Cautana, sobre cuyas costas se puede hacer picnic, tomar mates y disfrutar de un día al aire libre, aunque no está permitido acampar.
En el lugar hay guías a disposición del turista que pueden brindar información sobre cada una de las bellezas naturales de esta reserva.
El resto de los visitantes se dividió entre la Quebrada de Las Higueritas, en Luján, con 1.054 visitas, y Quebracho de la Legua, departamento Ayacucho, a 2 kilómetros de Santa Rosa del Cantantal, y 137 al noroeste de la ciudad de San Luis, que tuvo sólo unas dos decenas de visitantes, debido a su lejanía de centros urbanos.
La primera aloja una impresionante biodiversidad, declarada Capital Provincial de los Pájaros, donde el ministerio construyó unas estructuras conocidas como ‘ecolodge’.
Se trata de unas modernas ‘casitas del árbol’, que buscan poner a los visitantes a la altura de las copas donde anidan cientos de especies de aves, para disfrutarlas en su entorno sin molestarlas.
La ex Reserva Florofaunística de La Florida, hoy Centro de Rehabilitación de Vida Silvestre, muy visitada en otras temporadas, se encuentra cerrada al público por tareas de refuncionalización, refacciones y construcción de infraestructura. De todos modos, ese predio ya no funcionará como centro de exhibición, ya que sus instalaciones serán destinadas a la recuperación de especies silvestres lastimadas o secuestradas en decomisos.