Después de décadas de prospecciones y 7 de perforación intensiva, un equipo de científicos rusos logró agujerear la gruesa capa de hielo que recubre la superficie de la Antártida y llegar hasta el lago Vostok, la masa de agua más pura y antigua del planeta.
Ha permanecido aislado de la biosfera terrestre más de 20 millones de años, encerrado bajo un casquete helado de casi 4 kilómetros de espesor, y se espera que su estudio aporte información crucial sobre la evolución de las especies y el cambio climático.
Lev Savatiuguin, jefe del departamento de geografía del Instituto de Investigaciones Árticas y Antárticas de San Petersburgo, sostuvo que ‘el actual descubrimiento, desde el punto de vista científico, es equivalente en relevancia al primer viaje del hombre a la Luna’.
‘No hay ningún accidente geográfico en toda la Tierra que se haya mantenido aislado por espacio de 20 millones de años’, aseguró el científico ruso. Según su opinión, ‘el estudio de este lago nos permitirá saber qué seres vivos habitaban entonces el planeta y también cómo ha ido mutando el clima, lo que a su vez permitirá pronosticar los cambios que deberán producirse más adelante’.