La Agencia Espacial Europea lanzó con éxito el satélite Sentinel-2A, segundo de los ‘centinelas’ del ambicioso programa europeo Copérnico para vigilar el medio ambiente y observar los cambios en la superficie terrestre.
El despegue tuvo lugar desde el centro espacial de Kurú, en la Guayuana francesa a bordo de un cohete Vega.
El programa Copérnico completo cuenta con un presupuesto de unos 7.500 millones de euros y será el mayor sistema civil de la historia dedicado a escudriñar los rincones del planeta.
Este proyecto único de vigilancia medioambiental tiene programadas seis misiones y cada una está formada por varios satélites.
Sentinel-2 está dotado de dos satélites, el segundo de los cuales se lanzará a mediados de 2016, y tiene por objetivo proporcionar datos sobre la gestión del medio ambiente y de las zonas agrícolas, para caracterizar cultivos y a partir de ahí establecer por ejemplo estrategias para optimizar los fertilizantes.