En los últimos años, los monos caí del Área de Cataratas del Parque Nacional Iguazú han pasado de ser considerados exclusivamente un atractivo turístico a un problema de manejo para la Administración de Parques Nacionales.
El cambio reciente en la forma en que se relacionan con los turistas y con los edificios instalados dentro del Parque genera inconvenientes, debido a que pueden agredir a las personas y robar objetos de valor. Un grupo interdisciplinario de científicos del Instituto de Biología Subtropical y otras instituciones estudia el problema e intenta aportar soluciones.
La interacción entre primates silvestres y personas en parques nacionales, reservas y sitios de ecoturismo puede tener efectos negativos. Esta situación podría llevar a los animales a habituarse al alimento humano, alterando sus patrones de comportamiento natural, lo que genera cambios en el estado físico de los individuos, agresiones entre ellos y la posibilidad de transmisión de enfermedades.
Además, los animales silvestres dejan de cumplir su papel ecológico en el ecosistema que el área protegida pretende conservar.