Un día después de que se cumplieran seis meses del terremoto que el pasado abril causó en Nepal casi 9 mil muertos, Pakistán y Afganistán sufrieron el embate de un sismo de 7.5 grados que dejó al menos 238 muertos y al menos mil heridos en los dos países.
A la espera de que en las próximas horas se recupere la comunicación con las áreas más aisladas del territorio afgano y se sepa el alcance real de la catástrofe, las autoridades paquistaníes informaron que al menos 154 personas han muerto en ese país y al menos mil resultaron heridas.
En Afganistán la cifra de fallecidos suma 84 pero el Gobierno da por descontado que ese número aumentará una vez se llegue a las zonas afectadas por el movimiento telúrico que se produjo en el extremo nororiental del país, en la provincia de Badakhshan, fronteriza con Tayikistán, China y Pakistán.