Un hotel escondido en el noreste de Ecuador tiene como proyecto minimizar el impacto de la actividad humana en el medio ambiente, en este espacio en su mayoría construido en vidrio con inusuales habitaciones, la idea fue crear espacios tranquilos desde los cuales se tuviera un contacto directo entre el espacio interior y la naturaleza.
Posee un sistema de iluminación que busca reducir el consumo y a su vez evitar la atracción de insectos durante la noche, este espacio solía ser una maderera que se fue a la quiebra al no encontrar maderas rentables para su negocio, por la variedad de árboles del sector.
De allí que Roque Sevilla, empresario y ex alcalde de Quito, adquiriera el terreno, e iniciará este proyecto que se convirtió en uno de los hoteles más impresionantes del mundo y con el cual este hombre busca promoveer la conciencia ecológica, el turismo y que los visitantes se sientan completamente parte del espacio.
Este lugar ha logrado resguardar uno de los hábitats más diversos del planeta, convirtiendose en una reserva de 1.200 hectáreas de extensión. Es así como Ecuador alberga cerca del 10% de todas las plantas del planeta y donde viven más de 1.700 especies de aves.