Ocurrió dos años antes de lo esperado. Es que el fenómeno se produce desde hace siglos cada siete. Pero esta vez, las inesperadas y copiosas lluvias que sorprendieron al Desierto de Atacama, Chile, trajeron sorpresas hermosas: las flores más lindas que podrían verse en ese lugar donde la vida se cuenta esporádicamente.
Las intensas y sorpresivas precipitaciones registradas en las regiones del norte de aquel país durante los meses del invierno austral dieron paso al deslumbrante desierto florido en Atacama, el más árido y soleado del mundo.
Este fenómeno, que ocurre con una distancia de cinco o siete años, pero que se ha vuelto recurrente debido a la presencia del fenómeno climatológico El Niño, atrae a miles de turistas con sus más de 200 especies florales y fauna endémica.
Algunos expertos apuntan que este 2017 podría apreciarse el más espectacular florecimiento de las últimas décadas, debido a la cantidad de agua caída en la zona norte, que permitió un desarrollo de vegetación ‘intenso y denso’, explicó la Corporación Nacional Forestal.