La Organización de las Naciones Unidas plantea que las personas deberían adoptar una dieta basada en alimentos vegetales con el fin de proteger el medioambiente, y sugiere además pechar con impuestos las carnes rojas, como medida que ayudaría a contrarrestar el cambio climático.
Tras recoger evaluaciones sobre el uso de los recursos naturales y sus impactos medioambientales, el informe Global Environment Outlook, publicado por la organización, sostiene que un impuesto sobre las emisiones de carbono podría reducir considerablemente la contaminación, y reitera que la disminución de los gases producidos por la ganadería impactaría positivamente sobre la generación del efecto invernadero.
El informe expone que la extracción y el procesamiento tanto de materiales combustibles como de alimentos representan actualmente la mitad de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, y son causantes de más del 90 % de la pérdida de biodiversidad.
El documento apunta que esta política de sostenibilidad medioambiental también supone cambios sociales y beneficiosos para los seres humanos, incluyendo la adopción de dietas ‘más saludables’, a base de alimentos de origen vegetal.