Talarán robles de más de 200 años para reconstruir Notre Dame

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Víctor Hugo fue profético al apuntar que las torres góticas de Notre Dame han sido destruidas muchas veces en la historia: “[…] no puede uno por menos de indignarse ante las degradaciones y mutilaciones de todo tipo que los hombres y el paso de los años han infligido a este venerable monumento, sin el menor respeto hacia Carlomagno que colocó su primera piedra, ni aun hacia Felipe Augusto que colocó la última.”

Nunca se imaginó que, casi dos siglos después de que publicó Nuestra señora de París, la catedral se encendería en llamas incontenibles, que ni siquiera su campanero malformado podría haber apaciguado. Aunque el incendio se apagó, la construcción quedó gravemente dañada. Hoy, el Estado francés piensa talar árboles con 200 años de vida para restablecer las estructuras quemadas.

La Catedral de Notre Dame en París es un símbolo de Occidente. Después de más de 850 años de historia, un debate profundo sobre lo que significa ser francés se desató con la quema de la aguja del templo, que databa de la Baja Edad Media. Desde entonces, había coronado la estructura como un ícono del movimiento gótico de la arquitectura europea.

Campañas masivas de recolección de fondos se orquestaron para conseguir todo lo necesario para iniciar la reconstrucción, impulsada por empresas trasnacionales que donaron millones de euros para comenzar los esfuerzos para restaurar las estructuras dañadas. Con ellos, el gobierno francés diseñó un plan para administrar los recursos de la obra.

Entre las materias primas, está la madera de árboles de los bosques de Bercé que, a exactamente dos años de ocurrido el incendio de 2019, serán talados en favor de la estructura. El lugar está a unos 200 kilómetros de París, y desde ahí, la madera será transportada a pesar de la oposición de grupos conservacionistas nacionales e internacionales.

Hasta hoy, cerca de 2 mil árboles han sido talados para conseguir la materia prima suficiente que requiere la obra. Específicamente robles, que formarán parte de la aguja de Notre Dame. La decisión, sin embargo, no pasó sin generar amplia controversia en Francia y en el mundo.

Son escasas las veces en las que los árboles son seleccionados “de manera tan pomposa“, según la sección de cultura de Deutsche Welle. Al día de hoy, se han recolectado más de 800 millones de euros para la reconstrucción del templo. Según el ministro de Agricultura de Francia, Julien Denormandie, éste es un esfuerzo necesario para Francia: “Creo que Notre Dame, que es un símbolo de nuestro pasado, muestra hasta qué punto los bosques hacen historia contemporánea”, dijo el mandatario, con respecto a la reconstrucción de la torre y la estructura del techo de Notre Dame.

En 2019, el presidente francés Emmanuel Macron prometió reconstruir el monumento “en los próximos cinco años”. Más de 40 mil franceses, en contraste, expresaron su descontento al megaproyecto al firmar la petición para detener la tala de robles. Aunque se plantearon otras opciones que no involucrasen la tala indiscriminada de robles centenarios, el gobierno francés fue rígido en sus resoluciones.

Incluso desde el siglo XIX, Victor Hugo se cuestionó quién estaba detrás realmente de los monumentos históricos. “Los hombres, los arquitectos, los artistas de nuestros días,” señala el autor en Nuestra señora de París. Sus palabras resuenan hasta la actualidad, entre las bóvedas oscuras de la catedral en reconstrucción.

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