La Ciudad dio marcha atrás con la construcción de un edificio en una plaza

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El proyecto para levantar un edificio adentro de una plaza en el barrio porteño de Villa Ortúzar quedó trunco, según una decisión del Gobierno porteño que dio marcha atrás con la iniciativa tras la presión de los vecinos que iniciaron una campaña en defensa del espacio verde.

Fuentes de la administración porteña confirmaron la suspensión del proyecto inmobiliario que contemplaba la habilitación de la construcción de un edificio de ocho pisos y un local gastronómico en la planta baja en una de las esquinas de la Plaza Malaver.

La plaza Malaver -delimitada por las calles Girardot, Heredia, Montenegro y Estomba- tiene la particularidad de ser un espacio verde público con viviendas en dos de sus cuatro esquinas, las que pertenecen, en algunos casos, a dueños particulares y, en otros, al Estado porteño.

En rigor, el emprendimiento fue denunciado por el colectivo vecinal a inicios de septiembre, cuando comenzaron las tareas de demolición de una de las casonas que integraban el conjunto de inmuebles construidos en el predio de la plaza.

Tras observar el cartel de obra colocado por el Gobierno porteño en uno de sus frentes, los vecinos tomaron conocimiento de la venta de la casa y la adquisición de la parcela por parte de la empresa constructora Ykonos.

Desde entonces, arrancaron una campaña en defensa de la plaza y contra la nueva edificación, que incluyó dos festivales, al considerar que el desarrollo inmobiliario impactaría negativamente en la zona, caracterizada por tener casas bajas; pero también ante el temor que un construcción en altura pueda replicarse en el resto del espacio verde.

La semana pasada, en declaraciones radiales, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, negó que el edificio en cuestión fuera a levantarse “en la plaza”, sino que sostuvo que sería “en un lote separado de ella” y atribuyó el reclamo barrial a cuestiones de “convivencia” entre vecinos.

Un día después de las afirmaciones, el grupo denominado “Somos La Malaver” envió una carta a Rodríguez Larreta en la cual le solicitaron que no autorizara la obra y pidieron que incorpore “los 190 metros cuadrados de espacio verde a la plaza”.

“Sumar este terreno al trazado de la plaza ya existente, en lugar de generar allí un negocio inmobiliario que colisiona con nuestros derechos, es una gran oportunidad para paliar el déficit de espacios verdes que evidencia la Ciudad de Buenos Aires”, destacaron por entonces.

De acuerdo a fuentes de la Secretaría de Desarrollo Urbano, a cargo de Álvaro García Resta, “la parcela privada de la plaza Malaver donde se iba a hacer un edificio se convertirá en verde como contraprestación de un convenio urbanístico”.

Según la información oficial, una empresa desarrolladora compró la parcela a la constructora que iba a levantar el edificio de ocho pisos, y la cederá al Gobierno porteño para que pase a sumarse al espacio verde y público de la plaza Malaver.

A modo de contraprestación, este desarrollador privado, del cual no se dio aún mayor detalle del nombre, podrá aumentar los metros de altura en un emprendimiento que tiene sobre Avenida Del Libertador.

“El convenio firmado entre el Ejecutivo y el desarrollador debe ser refrendado por la Legislatura de la Ciudad”, precisaron las fuentes de la gestión porteña.

Para García Resta, la decisión “es un ejemplo de que el gobierno escucha y genera los instrumentos para resolver los problemas de la gente, trabajando en conjunto entre el sector publico y el sector privado”.

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