La superficie del Ártico se calienta el doble de rápido que el resto del planeta desde la década de 1970. Al menos, así lo confirman un grupo de científicos que han participado en la expedición internacional MOSAiC.
De la misma forma, la investigación ha detallado que la extensión del hielo marino del Ártico se ha visto reducida considerablemente desde 1980. “Encontramos una banquisa a la deriva más dinámica y rápida de lo esperado. Esto no solo supuso un reto para los equipos en el terreno en su trabajo diario, sino que se tradujo también en cambios en las propiedades del hielo marino y en la distribución de su espesor”, explica Marcel Nicolaus, físico del Instituto Alfred Wegener, Centro Helmholtz para la Investigación Polar y Marina.
Para llevar a cabo el informe, científicos de 20 países a bordo del buque rompehielos ‘Polastern’ se sumergieron durante un año entero, entre 2019 y 2020, en el océano Ártico.
Temperaturas sin precedentes
En 2020, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) registró temperaturas sin precedentes en una zona del Ártico. En concreto fueron 38 grados centígrados que se hallaron en Verkhoyansk, Rusia y que vino a confirmar los peores presagios: fue la temperatura más alta de la que se tienen registros en la región ártica.
Los expertos avisan que esta circunstancia puede influir en la pérdida de masa helada.
Calentamiento global, problema a escala mundial
Los glaciares, avisan los expertos, se derriten a una velocidad nunca vista anteriormente, el nivel del mar sigue subiendo debido al deshielo, las temperaturas aumentan de forma generalizada, se producen fenómenos meteorológicos extremos y todo en un escenario de cambios que impactan gravemente en la biodiversidad.
El cambio climático es un problema real de la agenda global y sus efectos tienen repercusión a nivel mundial. A finales del 2021, China y Estados Unidos, dos de los mayores países emisores de gases de efecto invernadero, llegaron a un acuerdo para reforzar la acción climática en los próximos años.