Un nuevo estudio de los hábitats invernales de las mariposas monarca en el centro de México concluye que la tala de árboles en pequeña escala es peor que lo que se imaginaba y pudiera estar contribuyendo a amenazas que enfrentan esos insectos en su singular ruta de migración.
La zona clave de 13.550 hectáreas de la reserva perdió 16,6 hectáreas de pinos y abetos en lo que va de 2013, aproximadamente la mitad a causa de tala ilegal, dice el estudio realizado por Omar Vidal, jefe del capítulo mexicano del Fondo Mundial de la Fauna. El resto de la pérdida se debió a sequía y la destrucción de árboles para combatir plagas.
El gobierno mexicano ha tomado estrictas medidas para proteger el hábitat de las monarcas en años recientes, al cerrar aserraderos y restringir el paso de camiones de tala, taladores comerciales y su equipo. Como resultado, la reserva alcanzó un hito en el 2012, cuando fotografías aéreas no encontraron apenas deforestación detectable debido a la tala el año previo.
Unas 27.000 personas viven en las pequeñas comunidades agrarias que en muchos casos poseen tierras en la reserva. Mientras que los taladores comerciales pueden ser capturados y enjuiciados, lidiar con residentes locales pobres que ocasionalmente usan o venden madera de sus tierras pudiera ser mucho más difícil.
Los bosques de pinos y abetos en la reserva ubicada al occidente de la Ciudad de México son como una especie de manta para los millones de mariposas monarca que migran cada año desde Canadá y Estados Unidos, protegiéndolas de la lluvia y temperaturas frías mientras se aglutinan en enormes grupos en las ramas.