La Coalición para la Conservación del Mar Profundo (Deep Sea Conservation Coalition) consideró como “un riesgo real e inminente” la perspectiva de explotar a gran escala las profundidades del océano Pacífico para extraer minerales de los fondos marinos.
“Se tornó real y ahora enciende las alarmas entre los defensores de los océanos“, dijo Emma Wilson, integrante de esta ONG a la agencia AFP.
“Hay muchos interesados que están advirtiendo sobre importantes riesgos medioambientales”, agregó Wilson, aunque es posible que el tratado para proteger las zonas de alta mar se apruebe tras las negociaciones que arrancaron este lunes.
También advirtieron que el riesgo no se reduzca a corto plazo dado que no regirá de inmediato y tendrá que llegar a un acuerdo con la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (AIFM).
Esta agencia de la ONU, con 167 países miembros, tiene autoridad sobre los fondos oceánicos fuera de las zonas económicas exclusivas de los Estados miembro, que se extienden hasta 200 millas náuticas, o 370 kilómetros, desde las costas.
Pero grupos conservacionistas afirman que la AIFM tiene dos misiones contradictorias: proteger los fondos marinos de altamar y organizar la extracción de recursos de los fondos oceánicos.
Científicos y activistas afirman que la minería podría destrozar hábitats y especies, algunos de ellos aún desconocidos, pero posiblemente cruciales para las cadenas alimenticias; afectar la capacidad del océano para absorber el dióxido de carbono; y generar ruidos que perturben la capacidad de las ballenas para comunicar entre sí.
“El océano profundo es la parte menos conocida del océano, así que el cambio podría ocurrir sin que nadie lo viera nunca”, dijo la bióloga Lisa Levin, del Instituto Oceanográfico Scripps.