Miramar: un niño de 8 años encontró fósiles de un perezoso gigante de la edad de hielo

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Un niño de 8 años realizó un extraordinario hallazgo paleontológico en la ciudad balnearia de Miramar. La advertencia del hallazgo fue realizada por los padres, mientras que el personal del Museo de Ciencias Naturales fue quien procedió al rescate de los fósiles de unos 100 mil años.

La ciudad bonaerense resguarda bajo la superficie tesoros milenarios de un mundo ya desaparecido. Es una de las localidades paleontológicas más trascendentales a nivel mundial desde fines del siglo XIX. Allí, días atrás, Bruno González, un niño miramarense de 8 años, se encontraba paseando junto a sus padres en las playas del sur de la localidad hasta que divisó unos huesos incrustados en el barranco.

Fue así que, Bárbara Lugones y Álvaro González, padres de Bruno, se pusieron en contacto con el personal del Laboratorio de Paleontología del Museo de Ciencias Naturales de Miramar, dependiente de la Fundación Azara y de la Municipalidad de General Alvarado, para dar a conocer el hallazgo y verificar si se trataban de verdaderos restos fósiles.

Se trataba de restos pélvicos y la cola articulada de un perezoso gigante extinto, llamado Scelidoterio (Scelidotherium leptocephalum). De unos tres metros de largo y un peso estimado en una tonelada, que vivió en Sudamérica durante el Pleistoceno. Esto fue los últimos dos millones de años antes del presente, hasta hace 10 mil, momento que culmina la edad de hielo.

Luego de varias horas de trabajo con los fósiles, lograron la separación del “bochon” de sedimento, protegido con productos químicos. Luego fue trasladado a condiciones más adecuadas al laboratorio paleontológico del Museo. Allí, el Técnico Mariano Magnussen lo preparó cuidadosamente, debido a la fragilidad provocada por el tiempo expuesto a las condiciones ambientales.

Características del perezoso encontrado

Scelidoterio es la especie más pequeña de todos los perezosos gigantes que vivieron en la región pampeana durante el Cuaternario. Era un gigante herbívoro, armado de enormes garras. Estas eran utilizadas para defenderse y acceder a su alimento. También eran cavadores de enormes cuevas utilizadas como madrigueras para refugiarse o cuidar su descendencia.

Los fósiles que conforman la cola de este mamífero ya extinto sigue en procesamiento técnico para su preservación. Luego será observado y estudiado por un equipo interdisciplinario conformado por investigadores de la Fundación de Historia Natural Félix de Azara y del Laboratorio de Anatomía Comparada y evolución de los Vertebrados (LACEV), dependiente del Macn- Conicet e integrado por el paleontólogo Dr Federico Agnolin quien dirige los estudios científicos de la zona, y el mismo personal del museo miramarense.

“En particular, este perezoso gigante vivió hace unos 100 mil años antes del presente. En un ambiente muy distinto al de hoy, acompañado de enormes bestias, como otros perezosos más grandes (Megatherium), el enorme elefante sudamericano (Notiomastodon), gliptodontes (Doedicurus), tigres dientes de sable (Smilodon) y el oso de cara corta (Arctotherium), entre otros”, argumentó Daniel Boh, coordinador de Museos de Miramar.

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