La vida del cóndor andino se manifiesta ahora en la inmensidad y en la cima de los cerros de las áreas protegidas de la provincia, según lo reveló el 16° censo realizado en agosto, pero continúa amenazado.
Censo de Cóndores Andinos en Alta Montaña
El último relevamiento reveló la existencia de una población de 81 cóndores de distintas edades en alta montaña. Estos animales, que están en peligro de extinción, forman parte de un programa de conservación en el que colabora el Gobierno de Mendoza junto a fundaciones dedicadas a la protección del ave carroñera más grande del mundo.
Entre ellas se encuentra la Fundación Bioandina Argentina (FBA), con la cual se estableció un convenio de colaboración mutua en el marco del Plan Integral de Conservación del Cóndor Andino (PCCA). Este acuerdo permitió la declaración de las Áreas Naturales Protegidas (ANP) como Santuarios del Cóndor para la Conservación de la Naturaleza (SCCN).
Registro Máximo de Cóndores en Observación
“El máximo de cóndores registrados simultáneamente en todos los puestos de observación fue de 55 individuos, observados entre las 11 y 11.05 del 12 de agosto. Este es un indicador poblacional importante, ya que representa una instantánea del estado poblacional sin interferir en la capacidad de vuelo de esta especie”, señala el informe.
Evaluación del 16° Censo y por qué el cóndor continúa amenazado
El director de Biodiversidad y Ecoparque, Ignacio Haudet, evaluó que los números del 16° censo son muy positivos. Próximos a realizar un nuevo censo, Haudet explicó que los cóndores contribuyen significativamente a la eliminación de restos de animales muertos, evitando la propagación de enfermedades en estas áreas.
“El cóndor elimina este tipo de restos que pueden quedar en los campos, haciendo un aporte a la sanidad del lugar. Recordemos que para los pueblos originarios eran sagrados. Lamentablemente, hoy el hombre es su principal amenaza“, advirtió el especialista.
El cóndor continúa amenazado por los cebos envenenados con agroquímicos, como las intoxicaciones por plomo por los balazos que reciben. Se desconoce el porqué de esta práctica por parte de cazadores, aunque se presume que no es intencional hacia estas especies, sino que por error reciben los perdigones que van dirigidos a los pumas o a otras especies blanco de los depredadores.
Qué se avistó en el último censo de cóndor andino
Del análisis realizado en el Plan Integral de Conservación del Cóndor Andino se desprende que, basándose en la categoría de edad, fue posible identificar 38 ejemplares distintos. De ellos, 18 eran adultos, 7 subadultos y 13 juveniles, resultando en una relación de 47% adultos y 53% inmaduros (en edad no reproductiva). Estas proporciones se ajustan a lo esperado en la naturaleza.
Identificación de Edad y Sexo
Simultáneamente, de un total de 20 individuos se pudo identificar edad y sexo: 8 machos adultos, 5 hembras adultas, 1 macho subadulto, 3 hembras subadultas, 2 hembras juveniles y 1 macho juvenil. En base a estos datos, Haudet remarcó que es alentador que no todos los individuos registrados estén en edad adulta, indicando reproducción y maduración de nuevos ejemplares. “Esto nos da la pauta de que hay descendencia”, explicó.
Particularidades del Último Censo
A diferencia de otros censos de invierno, este estudio observó una gran cantidad de individuos simultáneamente, debido a una carroña de guanaco cerca de Tupungato de la cual se alimentaron muchos cóndores. Los datos del último censo no coinciden con la generalidad observada en inviernos anteriores.
También se menciona que la primavera presenta mayor variabilidad entre censos, con un promedio de 42 ejemplares y el récord de observación de 69 individuos en el 5° censo. El verano presenta un promedio similar al invierno (34 ejemplares), pero con mayor variabilidad que el otoño.
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