Una investigación encubierta llevada a cabo por las organizaciones BUAV y Soko-Tierschutz en uno de los principales institutos de investigación de la Unión Europea, el Instituto Max Planck for Biological Cybernetics en Tübingen, en Alemania, ha sacado a la luz las torturas a las que son sometidos los primates encerrados en el laboratorio. Este centro utiliza fondos públicos para llevar a cabo a estos experimentos.
Las impactantes fotografías y el vídeo de la investigación muestran los crueles experimentos, donde los científicos sometían a los primates a cirugías cerebrales para implantarles artefactos en el cráneo, les impideían beber agua durante días, les controlaban mediante una vara que estaba unida a un collar que les rodeaba el cuello, y se les mantenía en unos dispositivos de retención (denominados sillas de inmovilización de primates) con la cabeza inmovilizada por una estaca implantada en el cráneo. Los primates eran obligados a realizar tareas rutinarias durante horas, día tras día, mes tras mes. Después del tiempo establecido, los experimentadores los mataban.
La investigación ha causado un gran impacto en Alemania, apareciendo en los principales medios de comunicación. La organización BUAV ha iniciado una campaña internacional para presionar al gobierno alemán a detener estos crueles experimentos en primates.
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