La tecnología limpia puede, en cierta medida, compensar eldebilitamiento de los precios del CO2 y, por lo tanto, ayudar a mantener el objetivo de que no se eleve la temperatura más de 2º C.
Incluso si la cumbre climática mundial que se celebra en París a finales de este año tiene éxito en lograr un acuerdo sobre el clima, no podría llevar a cabo importantes reducciones de los gases de efecto invernadero en el corto plazo, pero los objetivos de emisión podrían fortalecerse mediante políticas complementarias.
Esas políticas complementarias podrían ser el apoyo a las energías renovables, la prohibición de nuevas centrales eléctricas de carbón y un inicial modesto precio mínimo global del CO2.
Si un paquete de políticas así, cuyos componentes ya han sido aprobados en algunos países, se pusieran en práctica a nivel mundial ahora, esto también podría allanar el camino para una economía limpia con rápidas reducciones de CO2 a largo plazo después de 2030.
Las estrategias de apoyo a la tecnología podrían adoptar diversas formas, desde un sistema de primas para las cuotas para las fuentes de electricidad de baja emisión o créditos fiscales hasta el apoyo directo a la innovación tecnológica, incluyendo la demostración y la ampliación de las tecnologías de captura y almacenamiento de carbono a gran escala.