Hace tiempo plagas de ratas invasoras amenazan a la biodiversidad de las islas mexicanas. Por eso las autoridades tomaron cartas en el asunto con la incorporación de tecnología de avanzada.
El equipo de Ciencia de Datos de la asociación civil Grupo de Ecología y Conservación de Islas (GECI) desarrolló NERD (Numerical Estimation of Rodenticide Density). Se trata de un algoritmo que ayuda a revisar en tiempo real si eso se cumple.
Plagas de ratas invasoras en México: la novedosa técnica para combatirlas

En grandes extensiones de tierra, la estrategia más utilizada contra roedores dañinos es lanzar cebos envenenados desde helicópteros.
El éxito de estas misiones depende, en gran parte, de la correcta distribución del rodenticida. Por eso, el equipo de Ciencia de Datos del GECI desarrolló NERD. Este algoritmo ayuda a revisar en tiempo real si eso se cumple.
El objetivo final del GECI es restaurar todas las islas mexicanas consideradas prioritarias. Ya lograron erradicar 60 poblaciones de 11 mamíferos invasores en 39 islas del país.
Según informaron los medios locales, está documentado que las erradicaciones de ratas en islas tropicales fracasan con más frecuencia que en climas templados.
Protección de biodiversidad
Además, las maniobras de conservación por todo el mundo se dirigen a islas cada vez más extensas y con mayores desafíos técnicos. Un estudio publicado en Plos One sugiere que eliminar a los mamíferos invasores en 169 islas antes de 2030 podría ayudar a que no se extingan 111 especies amenazadas de vertebrados.
Las plagas golpean con fuerza a las islas tropicales porque suelen ser el hogar de especies que no existen en ningún otro rincón del mundo.
Se cree que la “rata de barco” (Rattus rattus) llegó a este paraíso caribeño en el siglo XVI a través de naufragios.
Con cámaras trampa, en la década de los 2000 se descubrió que había ratas transitando sobre nidos de cocodrilos. En el plan de manejo de la reserva, este animal se indica como una amenaza para aves y cocodrilos, y como el posible responsable de la presencia de la bacteria patógena Leptospira interrogans en el atolón.