Algo está depredando a los inmensos tiburones blancos

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Es la típica imagen del tiburón blanco: gran tamaño, hileras de dientes puntiagudos, afilados y mortales, ojos inertes e inexpresivos; descripción de un depredador en su máxima expresión. Pero aunque parezca inverosímil, estos depredadores de los mares también deben andar con cuidado. Se han encontrado muchos cuerpos de ellos, muertos en playas de Sudáfrica.

Este año, cinco cadáveres de estos tiburones letales han sido lavados por el agua salada, con restos que varían en tamaño de 2,7 a 4,9 metros. Todos ellos tenían una herida brutal similar infligida en ellos, con un agujero corriendo entre sus aletas pectorales y el hígado.

Los escualos blancos fueron cazados por un grupo de ballenas asesinas tan voraces como ellos, pero de mayor envergadura: Las orcas.

La orca suele tener a los tiburones en la mira, ello no es raro. Es sabido que distintos grupos de mamíferos marinos se especializan en variados tipos de alimentos, aquellos que se ubican en la costa noroccidental de América del Norte enfocándose en los peces, mientras que algunas subpoblaciones en la Antártida se enfocan en las ballenas minke, por ejemplo. Se tiene noticia de orcas que atacan a tiburones y mantarrayas, dejando que el resto de sus cadáveres siga a la deriva por las aguas. La víscera que buscan las ballenas es el hígado.

Se cree que prefieren este órgano por el contenido de alta energía que contiene dicho órgano. Además les resulta muy nutritivo y suculento.

De modo distinto y peculiar, los tiburones no tienen una vejiga natatoria para ayudar con la flotabilidad como otros animales que habitan en el mar. En vez de ello, han hecho evolucionar un hígado pletórico de aceite, el cual tiene la función bipartita de ayudarlos a subir y bajar de la columna de agua, a la vez que les suministra energía. Mientras les proporciona energía. Lo malo es que la orca parece haber detectado esa característica.

Lo insólito es que las ballenas han logrado hacer sucumbir a ejemplares tan grandes como tiburones blancos de 5 metros. Se piensa, basándose en la evidencia observacional de la caza de mamíferos, que las ballenas capitalizan la extraña peculiaridad fisiológica que se observa en los tiburones conocida como inmovilidad tónica.

Una explicación: cuando los tiburones y las mantarrayas viran debajo del agua, caen en una especie de trance. Es estado natural de aparente inmovilidad o parálisis que las ballenas aprovechan para atacar.

Cuando los tiburones dejan de nadar tampoco pueden respirar y son víctimas fáciles que son ahogadas por las ballenas antes de devorarlos.

Lo cierto es que el número de tiburones blancos muertos que aparecen en las márgenes de la playa, aumenta cada día. ¿Cuál es tu opinión sobre esto?

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