Cientos de peces muertos a orillas del lago San Roque sobre la Costanera de Villa Carlos Paz fue la postal que captó esta semana un turista que salió a caminar por esta ciudad de la provincia de Córdoba. El fenómeno no es nuevo, y los vecinos que viven a orillas del embalse de agua están acostumbrados a ver este panorama y a sufrir los olores nauseabundos que provocan estas mortandades masivas.
El turista relató que no bien comenzó a acercarse percibió un desagradable olor que, sin ningún lugar a dudas, provenía del lago. Tan sólo había transitado unos pocos metros por la vereda perimetral -rota e inestable- cuando se topó con las desagradables imágenes que acompañan esta nota: una increíble cantidad de peces muertos flotaban junto a residuos de todo tipo, dentro y fuera del agua.
Según expresó, al ver su cara de asombro un residente de la zona trató de hacerle entender que este fenómeno era algo reiterado, y que siempre las responsabilidades se las enrostraban entre sí la Municipalidad y la Provincia.
Más allá de esto, lo que nadie puede desconocer es que, hasta tanto se encuentre la solución definitiva a la contaminación, la Municipalidad debería articular soluciones provisorias como una periódica limpieza de las costas, para procurar que este tremendo foco infeccioso no esté ni un solo minuto en exhibición. Si se exhorta a los ciudadanos a tomar medidas para la prevención, lo primero que se debe hacer es predicar con el ejemplo.