Madagascar es una isla única en el mundo, famosa por tener algunas especies de flora y fauna nunca antes vistas en otros lugares del planeta. Un claro ejemplo es el aye-aye, el primate nocturno más grande del mundo.
Este animal, que tiene un aspecto inconfundible, pasa la mayor parte de su vida en la cima de los árboles y tiene características corporales muy especiales, que lo ayudan a encontrar comida fácilmente.
Y, a pesar de que es inofensivo para el ser humano, el aye-aye está en peligro de extinción debido a la destrucción de su ambiente y creencias de algunos grupos sociales de Madagascar.
¿Cuáles son las características más extrañas del aye-aye?
El aye-aye es un animal que está vinculado a múltiples curiosidades, que se pueden analizar desde su hábitat natural, ya que no se han visto ejemplares de la especie en otro lugar que no sea Madagascar.
Además, también se lo considera un ser vivo muy especial, ya que es el único representante de su género, familia e infraorden. Es decir, su pariente más cercano es el aye-aye gigante, que se extinguió hace 1.000 años.
Y, como si no bastara con lo mencionado, este animal también resalta entre los demás porque:
- Su cola es más larga que su cuerpo.
- Tiene un pelaje negro en su totalidad, a excepción de la cara.
- Puede medir hasta 95 centímetros de longitud.
- Desarrolla un peso máximo de 3 kilogramos.
- Tiene una esperanza de vida de 23 años.
- Sus ojos son grandes y amarillos.
- Se destaca por su excelente olfato y sus oídos bien desarrollados.
- Vive en nidos, similares al de los pájaros, que siempre se encuentran a más de 12 metros de altura.
¿Cuál es la técnica del aye-ayer para alimentarse?
De todas las características físicas que sorprenden del aye-aye, los especialistas también recomiendan poner el foco de atención en la particular técnica que este animal utiliza para alimentarse.
Es decir, al igual que muy pocas otras especies del mundo, este primate tiene la habilidad de hacer pequeños golpes rítmicos sobre la corteza para localizar insectos y comerlos.
Y otro punto muy interesante es que esta actividad solo la realiza con su tercer dedo, que es mucho más delgado que los demás y debe cumplir la función de hacer el golpeteo.
Finalmente, otra curiosidad del aye-aye recae sobre el cuarto dedo. Este es el más largo de sus manos y tiene una forma de gancho, ideal para atrapar insectos y gusanos que se esconden debajo de los árboles.
Las creencias que perjudican a esta especie de primate
Al investigar la historia, es posible detectar que el naturalista francés Pierre Sonnerat fue la primera persona en registrar a este animal en 1782 y llamarlo aye-aye.
Y, si bien a mediados del siglo XVIII la especie contaba con abundantes ejemplares, la situación actual es muy distinta ya que, según los expertos, solo quedan 2.500 aye-aye en libertad.
Como este animal pasa gran parte de su vida en la cima de los árboles, una de las principales causas de su desaparición es la destrucción de las selvas de Madagascar provocada por incendios y la tala.
Sin embargo, otro motivo muy preocupante es que algunas culturas de la isla creen que el aye-aye es un mal presagio y es por eso que, al encontrar un ejemplar, suelen capturarlo y organizar un macabro ritual.
En fin. Si bien este animal estuvo a punto de extinguirse en 1933 y el gobierno de Madagascar ha tomado distintas iniciativas para protegerlo desde 1961, aún es considerada una especie amenazada.