El estado del panda gigante es señal del buen funcionamiento de los esfuerzos de conservación. La Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza redujo en septiembre 2016 el riesgo de extinción del animal, que pasó de ‘en peligro’ a ‘vulnerable’.
Según la organización, esta decisión se justificó por el incremento de la población adulta entre las evaluaciones de 1985-1988 y las de 2011-2014 realizadas en China.
En realidad, las poblaciones de panda habitan seis cordilleras y consisten en solo 30 grupos aislados, de los cuales 18 no comprenden más de 10 individuos.
Un equipo internacional de científicos, liderado por la Academia China de Ciencias, ha revelado que en la actualidad el hábitat del animal está en peores condiciones que cuando la especie fue clasificada ‘en peligro’ en 1988, según afirman en un estudio.
Los investigadores evaluaron el territorio del panda gigante desde 1976 a 2013 mediante los datos proporcionados por satélites. Así, pudieron comprobar que el tamaño de las zonas que habitan disminuyó un 4,9% de 1976 a 2001, pero aumentó un 0,4% de 2001 a 2013, a pesar del devastador terremoto de Sichuan (China) de 2008.