Las organizaciones ambientalistas de Corea del Sur celebraron la nueva ley, aprobada por unanimidad en el parlamento, que prohibirá el consumo de carne de perro a partir de 2027. Sin embargo, la normativa enfrenta la resistencia de los involucrados en la industria.
Esta semana, el parlamento de Corea del Sur aprobó la ley que prohíbe la venta de carne de perro para consumo humano, con una votación unánime de 208 votos a favor. Esta medida, que entrará en vigor en 2027, contempla penas de entre dos y tres años de cárcel, así como multas de hasta 30 millones de wones (aproximadamente 23,000 dólares) para quienes participen en la cría, sacrificio o venta de estos animales. Sin embargo, los consumidores no serán penalizados.
La ley plantea mejorar la percepción internacional del país y atender demandas de grupos defensores de los derechos de los animales. Según el documento legal, la normativa busca fomentar “el respeto a la vida y la convivencia armoniosa entre humanos y animales”.
Si bien la ley fue aprobada por una unanimidad en el parlamento, todavía falta trabajar en los detalles para la transición, los cuales serán definidos en conjunto por funcionarios, criadores, expertos y activistas.
Resistencia y reacciones
Tras la aprobación de la ley, los actores de la industria de carne de perro rechazaron la medida, calificándola como una violación a su libertad profesional. Son Won Hak, un criador y líder de una asociación del sector, afirmó que la ley es un acto de “violencia estatal” y adelantó que impugnarán su constitucionalidad. Además, la falta de medidas claras para ayudar a los trabajadores afectados generó críticas y podría desatar conflictos continuos.
Por otro lado, organizaciones como Humane Society International (HSI) celebraron la decisión. En este sentido, JungAh Chae, directora ejecutiva de la filial coreana, calificó la medida como una “victoria histórica para los animales” y destacó el esfuerzo colectivo del movimiento de protección animal.
Una ley con apoyo político y social
El presidente Yoon Suk Yeol, conocido por adoptar perros y gatos callejeros, respalda la legislación, al igual que la primera dama, Kim Keon Hee, quien fue objeto de ataques durante las protestas de los criadores por su postura a favor de la prohibición.
De hecho, encuestas recientes muestran que, aunque la mayoría de los surcoreanos no consume carne de perro regularmente, un tercio de la población se opone a la prohibición, incluso sin ser consumidores. Sin embargo, otro sondeo reveló que el 90% de los ciudadanos no tiene intención de consumir carne de perro en el futuro.
Declive de la industria
Aunque no existen cifras exactas sobre el tamaño de la industria, el gobierno estima que unas 1,100 granjas producen cientos de miles de perros anualmente. Tradicionalmente considerada una delicia de verano por sus supuestos beneficios energéticos, el consumo de carne de perro disminuyó drásticamente en los últimos años, en paralelo al aumento de la adopción de perros como mascotas.
Para muchos jóvenes surcoreanos, existe un tabú en torno al consumo de esta carne. Kim Myung-ae, residente de Seúl, expresó: “Los perros son diferentes a las vacas, los pollos y los cerdos. ¿Por qué seguir comiéndolos cuando ahora son más mascotas que comida?”. En contraste, otro ciudadano, Jeong Yoon Hee, defendió que consumir carne de perro es una cuestión de elección personal y cultural.
La prohibición refleja un cambio significativo en la percepción de los animales en Corea del Sur y podría marcar un precedente en la región.
¿Qué países se caracterizan por el consumo de carne de perro?
Sin embargo, Corea del Sur no es el único país conocido por el consumo de carne de perro, ya que hay otros países asiáticos que lo implementan. En relación a este tipo de consumo, la HSI estima que en Vietnam se capturan y asesinan alrededor de cinco millones de perros al año para solventar la demanda de carne. De hecho, los cazadores utilizan diferentes formas de capturar a sus canes como cebos, pistolas eléctricas y pinzas de hierro.
Una situación similar ocurre en India, aunque allí el consumo de carne de perro no se extiende a todo el territorio. El consumo de carne en este país es exclusivo de algunas zonas tribales y de minorías étnicas de los estados del noroeste del país tales como Manipur, Mizoram, y Nagaland.
En Indonesia, en cambio, el consumo de carne de perro solo es legal en lugares donde habitan tribus o grupos étnicos no musulmanes como Célebes o las Malucas.
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