Una relación simbiótica beneficia a venados y zarigüellas, y pudo ser campada por la cámara oportuna de un grupo de investigadores.
Según recuerdo Sunny Skyz, las garrapatas, que chupan la sangre de los mamíferos y transmiten infecciones, son muy comunes en ciertas épocas del año. Y algunos ciervos jóvenes pueden morir cuando demasiadas garrapatas se les prenden a la vez.
El medio publica que para fortuna de los venados, una de las bases de la alimentación de las zarigüeyas son, precisamente, las garrapatas.
En la imagen que se difundió se observa como una zarigüella, con delicadeza, le quita a un venado las garrapatas. Ella se alimenta y el cuadrúpedo se saca de encima un grave problema.
Una relación similar se puede apreciar, por ejemplo, entre rémoras y tiburones, pues las primeras viajan pegadas a la piel de los grandes depredadores marinos, con permiso de ellos, porque con su boca les retiran los parásitos.
Lo mismo sucede con los búfalos (o el ganado, en general) y ciertos tipos de aves, que se posan sobre sus morros a espulgarlos y librarlos de los bichos que los aquejan.