El subdirector del Departamento de Fauna Silvestre y Parques Nacionales, Rozidan Md Yasin, ha asegurado que alrededor de 1.400 pangolines han sido asesinados para producir la cantidad de escamas que se ha incautado. Las escamas fueron trasladadas desde África en dos envíos separados, según ha informado el director general del Departamento de Aduanas, Paddy Abdul Halim.
El primero, fue enviado desde Ghana a Malasia con escala en Dubai, y el segundo desde Congo, pasando por Kenia y Dubai antes de llegar a Malasia. ‘Aún estamos investigando si los dos envíos estaban relacionados’, ha asegurado Halim. Los conservacionistas de fauna silvestre han definido en reiteradas ocasiones a Malasia como un punto de tránsito para el tráfico ilegal de especies en peligro de extinción en otros países asiáticos.
El comercio mundial de escamas de pangolín está prohibido por una convención de Naciones Unidas, pero algunos países asiáticos lo utilizan para medicina tradicional.