Algunos osos negros del oeste de Estados Unidos han evolucionado hasta tener el pelaje de color canela. El nuevo tono se debe probablemente a una variante genética similar a la que causa el albinismo en los humanos, según un nuevo estudio publicado en la revista Current Biology.
Investigadores de Estados Unidos y Japón analizaron muestras de ADN de 151 osos negros americanos (Ursus americanus) de Estados Unidos y Canadá, y descubrieron que los que vivían en estados occidentales como Nevada, Arizona e Idaho tenían más probabilidades de mostrar un pelaje rojizo que el negro que le da nombre a estos osos de tamaño mediano.
Los investigadores identificaron una mutación conocida como R153C en un gen denominado proteína 1 relacionada con la tirosinasa (TYRP1), que provoca una alteración en la pigmentación del pelaje, que hace que éste sea del mismo color que un penique de cobre.
“TYRP1 es un gen de pigmentación conocido en la vía de las moléculas precursoras que, en última instancia, produce eumelanina (pigmento negro o marrón) o feomelanina (pigmento rojo o amarillo)”, explicó a Live Science Emily Puckett, autora principal del estudio y profesora adjunta de Ciencias Biológicas en la Universidad de Memphis, en Tennessee. “Lo que hace es cambiar la secuencia de aminoácidos de ese gen”, agregó.
Esta “variante canela”, que Puckett denomina “mutación joven”, surgió hace aproximadamente 9.360 años, según el estudio, y se ha extendido gradualmente por la población.
Los osos negros de otras zonas de Estados Unidos, como las situadas a lo largo de los Grandes Lagos y en el noreste, son menos propensos a mostrar el pelaje teñido de rojo porque esta joven mutación “no ha tenido tiempo suficiente para la migración natural”, según Puckett. “Sin duda, la geografía influye”, añadió. “Nuestro modelo demográfico identificó que el lugar más probable donde surgió la mutación fue en algún lugar de la región occidental, muy probablemente en el suroeste. A partir de ahí, se expandió a través del flujo genético por todas las poblaciones”, afirmó.
Pero incluso ese es un proceso lento, ya que la mayoría de los osos negros de la costa este aún lucen un pelaje negro azabache. “Los osos no pasan por las Grandes Llanuras”, afirmó la experta. “Si quisieran ir hacia el este, tendrían que ir hacia el norte, a Canadá, atravesar las praderas canadienses, rodear los Grandes Lagos y luego descender de nuevo a las poblaciones orientales. Eso llevaría mucho tiempo. Vemos que está ocurriendo y que se está moviendo hacia el este, pero es un proceso que lleva tiempo”, agregó.
Los investigadores también examinaron si el desarrollo de este gen en los osos negros del oeste de Estados Unidos tenía algo que ver con la termorregulación, un mecanismo que ayuda a los mamíferos a regular su temperatura corporal, o con la competencia con otra especie de oso de color canela: los osos pardos (Ursus arctos), también conocidos como osos grizzly.
“Nuestro modelo sugiere que sí, que el gen es adaptativo de alguna manera, pero no estamos seguros al 100% de a qué se adapta”, dijo Puckett. Y añadió: “Hicimos pruebas tanto para la termorregulación como para la competencia con osos pardos, y ninguna de las dos se vio fuertemente respaldada. Nuestra nueva hipótesis es que se trata de un mecanismo de ventaja selectiva”.
Curiosamente, la variante es similar a una en humanos conocida como albinismo oculocutáneo tipo 3 (OCA3) que causa pelo y piel de color más claro, dos rasgos distintivos del albinismo. En algunos casos, también puede provocar problemas de visión. “Lo fascinante es que los osos no muestran signos de problemas visuales, ya que les sería difícil sobrevivir”, concluyó.