Miles de peces muertos aparecieron en los últimos días al pie de la represa El Diquesito, ubicado a 125 kilómetros de San Miguel de Tucumán, como consecuencia de la sequía que sufre esa zona.
Ante esta situación, el gobierno provincial tomó la decisión de cortar el suministro de agua para riego y para la industria, con el objetivo de asegurar que la población tenga agua potable.
Esa acción, anticipó el pedido de declaración de la emergencia de escasez de agua para todo el territorio provincial, hecho efectivo esta semana por la Dirección de Recursos Hídricos local ante el Ministerio de Desarrollo Productivo.
Según informa La Gaceta, este desastre comenzó cuando se cerraron las compuertas del dique Escaba por el bajo nivel de agua a raíz de la sequía que arrastra la provincia.
Es importante destacar que en Tucumán funcionan dos embalses para generación de energía, regadío y el suministro de agua potable, y más de 25 represas niveladoras: El Cadillal y Escaba.
Las autoridades del área hídrica provincial determinaron que el funcionamiento de las dos grandes construcciones se centre en estos momentos en el abastecimiento de la población y el almacenamiento de agua.
‘Las precipitaciones de este año han sido muy bajas. Los aportes de los ríos de Catamarca han sido bajísimos, nunca hemos tenido en estos últimos años aportes tan bajos como ahora. A partir de ahí se tomó la decisión de cerrar las compuertas en el dique Escaba porque al día de hoy estamos 14 metros por debajo de su capacidad máxima’, explicó el secretario de Medio Ambiente tucumano, Alfredo Montalván, según reprodujo Tucumán a las 7.
Se creer que el Ejecutivo provincial podría declarar la emergencia hídrica en las próximas horas por la sequía.
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