La Policía Autonómica de Galicia ha detenido a dos personas por presuntos delitos contra la protección de la flora y fauna, en el marco de la denominada ‘Operación Salitre’. Durante el registro de una cetárea ilegal, los agentes hallaron una cámara en la que los cazadores furtivos habían registrado el ‘modus operandi’ utilizado para capturar a los pulpos.
Además, los agentes investigan a otras 40 por esta pesca ilegal. En el operativo también se han decomisado unos 50 kilos de centolla y zamburiña, ocho equipos de buceo autónomo, varios rastrillos y numerosas redes.
Así actuaban
Los pescadores furtivos de pulpos utilizaban lavandina para apresar a los cefalópodos. Vertían los productos tóxicos en las cuevas y escondites, y cuando los pulpos salían para poder respirar, aprovechaban para capturarlos. Los mismos pescadores grababan todas sus prácticas. “Los líquidos son tan abrasivos que hasta el propio pulpo abandona el lugar donde se esconde”, han apuntado los investigadores.
Eran vendidos en la lonja de Ferrol
Los pescadores furtivos utilizaban esta técnica para cazar otros productos también muy demandados en el mercado como vieiras, ostras y zamburiñas. Tras ello, los ejemplares eran vendidos en la Lonja de Ferrol, puesto que uno de los detenidos tenía los permisos de marinero legal. “Toda la gente que tiene un permiso legal o una embarcación, entra aquí con su carga y es completamente legal. Las prácticas que utilice cada marinero o cada armador es responsabilidad absoluta de ellos“, han explicado los responsables de la lonja ferrolana, donde precisamente el pulpo es una de las especies más vendidas.
En este sentido, las autoridades ya han advertido que el consumo de los moluscos cazados mediante esta técnica puede provocar efectos perjudiciales para la salud.