Cómo eran los perezosos que vivieron en Neuquén hace 10 mil años

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En su mayoría los restos fósiles de la ciudad de Neuquén y alrededores corresponden al período Cretácico; aproximadamente 85.000.000 de años atrás. Sin embargo, la suerte a veces nos permite encontrar fósiles de otros tiempos. Es bueno recordar que en la actualidad los osos perezosos están en peligro de extinción.

Durante la construcción del edificio donde hoy hay una heladería, en 1998, y a metros de la municipalidad de la ciudad de Neuquén, los trabajos en uno de los pozos de los cimientos del edificio tropezaron con restos de un gran animal.

La empresa a cargo de la construcción dio aviso del hallazgo y un equipo de paleontólogos y técnicos dirigidos por el Dr. Calvo, profesor e investigador del Departamento de Geología de la Universidad Nacional del Comahue, comenzaron con las tareas de campo en abril.

Los pozos para las bases del edificio tenían dos metros de diámetro y 10 metros de profundidad. En uno de ellos, a uno ocho metros de la superficie aparecieron los restos craneanos y algunas vertebras de un mamífero prehistórico.

Luego de cuatro días de trabajo, en los que se preparó el bochón y se logró secar el yeso que protegía al cráneo, el equipo logró rescatar los restos izando el bloque hacia la superficie y llevado al Museo de Geología y Paleontología de la Universidad. Fue un trabajo complicado por la falta de espacio y por sentir que estábamos en un pozo a ocho metros de profundidad.

Antigüedad

Al comienzo no se supo mucho sobre la antigüedad del animal pero una vez limpio, se descubrió que se trataba de un mamífero de gran tamaño y luego se llegó a la conclusión de que era un Megaterio del período Cuaternario.

Con la ayuda del Dr. Jorge Rabassa, en ese momento rector de la Universidad Nacional del Comahue, se envió un fragmento de los restos a Alemania, donde le hicieron estudios de Carbono 14 para poder datarlo. Los resultados determinaron que el Megaterio de Neuquén vivió hace 10.140 años.

Este animal es el primer mamífero gigante que se encuentra en la ciudad de Neuquén y permitió saber qué hace 10.000 años el río Limay estaba a ocho metros bajo el nivel actual de la ciudad.

Neuquén hace 10.000 años

Cuando uno se remonta a esos tiempos prehistóricos piensa en un valle como lo es hoy el ro Limay, pero en esa época no había nada, no estaban las represas de El Chocón, y Arroyito aguas arriba.

Estos animales vivían en una planicie de inundación, de 4 kilómetros de ancho, del antiguo cauce del río Limay que llegaba hasta la propia Municipalidad de Neuquén. Además, 10.000 años atrás estábamos al final del período glacial y quizás excepto los valles, las altas bardas que los rodeaban estaban cubiertas de hielo y nieve.

El Megaterio murió por causas que se desconocen y se desarticuló quedando algunos huesos que rápidamente fueron enterrados por las sucesivas inundaciones del río Limay.

El cauce habría sido mucho mas caudaloso que ahora porque se estaban produciendo los grandes deshielos de la glaciación cuaternaria. Año a año, milímetro a milímetro se fue colmatando de sedimentos y el valle fue subiendo en altura hasta donde se encuentra en la actualidad. En suma, luego de 10.000 años la cantidad de sedimento depositada fue de ocho metros.

Datos del Megaterio

Los Megaterios son considerados los grandes perezosos terrestres y se los incluye en el grupo de los Pilosos o tardígrados. Este nombre de pilosa se debe a la gran cantidad de piel con pelo espeso que poseen y sus representantes actuales son los perezosos arborícoras. Mientras que tardígrado significa “andar lento”.

Los Megaterios podían alcanzar los cinco metros de largo y su cabeza era pequeña en relación a su cuerpo de corto tamaño pero voluminoso y pesado. Los brazos eran cortos pero poseían manos muy grandes. Las piernas eran robustas y poseían tres dedos en cada pata. La cola era gruesa y corta.

En todas las mandíbulas se ubican 18 dientes largos y de sección cuadrada; cinco arriba y cuatro debajo de cada lado. La superficie del diente presenta dos crestas en disposición transversal al eje de la mandíbula. La misma era muy alta y con fuertes músculos para masticar los vegetales. En la parte anterior de la mandíbula no poseía dientes ya que la hilera de ellos se encontraba hacia atrás de la misma.

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