Un grupo de científicos logró un hecho que parecía imposible: revivir las etapas latentes de algas que se hundieron hace unos 7.000 años en el fondo del mar Báltico. Este suceso ocurrió a pesar de que hace siglos se encontraban en inactividad, sin luz ni oxígeno.
De acuerdo con el estudio publicado en The ISME Journal, esta investigación, realizada dentro del marco del proyecto de investigación colaborativa PHYTOARK, tuvo como objetivo comprender cuál será el mejor futuro para el mar Báltico analizando diferentes investigaciones paleoecológicas anteriores.
Se sabe que muchos organismo, ya sean bacterias o hasta mamíferos, cuentan con la capacidad de entrar en un estado similar al “modo de sueño”, también llamado latencia. Esto suele ser utilizado como una herramienta de supervivencia, que le permite a las especies sobrevivir a periodos caracterizados por condiciones ambientales desfavorables.
Cuando esto ocurre, los animales pasan a estar en un estado de inactividad metabólica reducida en el que, generalmente, se forman etapas de latencia especiales con estructuras particulares, las cuales funcionan como reservas de energía almacenadas internamente. Este mismo esquema puede verse en especies como el fitoplancton, que se caracterizan por vivir en el agua y realizar la fotosíntesis.

El fondo del mar Báltico, considerado una “cápsula del tiempo”
Según la experta en fitoplancton del IOW Instituto Leibniz para la Investigación del Mar Báltico de Warnemünde, los depósitos de sedimentos del fondo del mar funcionan como una especie de “cápsula de tiempo” que guarda información valiosa relacionada con los ecosistemas y comunidades biológicas que habitaban en el pasado, por ejemplo las algas zombis.
Este enfoque de investigación posee un nombre poco común: “ecología de resurrección”. Este término se refiere a las etapas latentes que pueden asignarse a períodos específicos de la historia del Mar Báltico, de acuerdo con los investigadores.

Particularidades del mar Báltico
Ser el hogar de las algas zombis no es la única particularidad del mar Báltico, ya que este tiene varias curiosidades, entre ellas:
- Salinidad: Es el segundo mar de agua salobre más grande del mundo, después del mar Negro, y su salinidad es menor a la de otros mares.
- Profundidad: Es poco profundo y la temperatura del agua es más baja que en otros mares.
- Hielo: Cada año, la superficie del mar Báltico queda al menos parcialmente cubierta de hielo.
- Conexión con el océano: Su conexión con el océano Atlántico es estrecha, por lo que solo pequeñas cantidades de agua salada del océano entran en él.
- Biodiversidad: Su fauna de peces es una mezcla de especies marinas y de agua dulce. La elevada eutrofización, proveniente de la contaminación que lleva años sufriendo este mar, hace que el oxígeno presente disminuya hasta límites casi incompatibles con la vida.
- Aguas oscuras: Las aguas del mar Báltico son bien conocidas por su alto contenido de materia orgánica disuelta coloreada (CDOM), que influye fuertemente en sus propiedades ópticas.
Fuente: Europapress.
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