Hace dos años un investigador halló por casualidad el cadáver de un reptil en el antiguo cráter del supervolcán Toba, en la isla de Sumatra (Indonesia) y no pudo identificarlo.
Su espíritu científico lo hizo consultar a otros expertos, quienes compararon el ejemplar con una muestra guardada en un museo de Italia.
De esa manera se dieron cuenta que estaban en presencia de una lagartija con un cuerno en la nariz, una especie que fue dada por extinto durante todo el siglo XX.
El ejemplar de “Harpesaurus modiglianii” que tenían como referencia era el único capturado y disecado, lo que ocurrió en 1891 a manos del biólogo italiano Elio Modigliani.
La confirmación llevó su tiempo además porque hay una diferencia entre ambos especímenes: el color, dado que el lagarto de Modigliani es azul claro, mientras que el nuevo es verde.
Según los investigadores esa particularidad puede deberse al estado de preservación de la antigua muestra y la capacidad del animal de variar colores.
Pero el descubrimiento no quedó ahí ya que el biólogo Chairunas Adha Putra, quien había encontrado la lagartija muerta, regresó al lugar para buscar una viva.
Y tuvo éxito meses después. Putra le tomó fotografías, medidas, observó su comportamiento y liberó al reptil ese mismo día.
Por supuesto, al margen del redescubrimiento de esta lagartija, se trata de una especie que sigue en peligro de extinción.
De acuerdo con los autores del estudio que dio cuenta del hallazgo, los bosques donde encontraron el ejemplar vivo están amenazados por una intensa tala de árboles y la presencia de maquinaria pesada.
Fotos: Twitter/Matias Pandolfi
Fuente: Telefenoticias