Un equipo internacional de científicos marinos ha descubierto 30 nuevas especies de invertebrados en las aguas profundas que rodean las Islas Galápagos en Ecuador.
Los investigadores han localizado nuevas comunidades de corales y esponjas, incluyendo diez corales de bambú, cuatro octocorales, una estrella de mar quebradiza y once esponjas, así como cuatro nuevas especies de crustáceos, conocidas como langostas rechonchas.
Para examinar el fondo marino, en torno a 3.400 metros de profundidad, se han servido de vehículos teledirigidos de última generación (ROV).
Mucho por descubrir
“Las profundidades marinas siguen siendo la última frontera de la Tierra y este estudio permite conocer a fondo las comunidades menos conocidas de las Islas Galápagos“, explica el científico marino Pelayo Salinas de León, de Ocean Exploration Trust (una organización sin ánimo de lucro dedicada a la investigación marina), que dirigió el estudio, en declaraciones citadas por Science Alert.
Los investigadores exploraron por primera vez tres montañas submarinas ubicadas cerca de las islas Darwin y Wolf, en el norte del archipiélago, una zona que alberga la mayor población de tiburones del mundo.
“Estos prístinos montes submarinos se encuentran dentro de la Reserva Marina de las Galápagos y están protegidos de prácticas humanas destructivas como la pesca con redes de arrastre de fondo o la minería en alta mar, que tienen efectos catastróficos en las comunidades frágiles. Ahora es nuestra responsabilidad asegurarnos de que permanezcan prístinos para las generaciones venideras”, añade Salinas de León.
“Los numerosos descubrimientos realizados en esta expedición muestran la importancia de la exploración de las profundidades marinas para comprender nuestros océanos“, señala Nicole Raineault, científica jefe de Ocean Exploration Trust.
El archipiélago de las Galápagos, situado a 1.000 kilómetros al oeste de Ecuador, es un frágil ecosistema que alberga el mayor número de especies animales diferentes del planeta.
La importancia de Galápagos
Paulo Proaño, ministro ecuatoriano de Medio Ambiente, ha indicado que el hallazgo confirma que Galápagos es un laboratorio viviente con procesos biológicos y ecológicos en curso y aún por explorar, lo cual convierte al archipiélago en un sitio excepcional que necesita de todos los esfuerzos para ser conservado.
El equipo de investigación está compuesto por diferentes profesionales multidisciplinares. Así, según detallan, utilizan científicos que observan las inmersiones de los ROV desde su casa y se comunican directamente con el equipo de a bordo en tiempo real, para ayudar a determinar lo que es realmente nuevo y digno de una mayor investigación o muestreo.
“Los científicos que estudian el vídeo, los datos y los especímenes resultantes hacen un número asombroso de descubrimientos, recordándonos lo poco que sabemos sobre las profundidades marinas”, concluye Raineault.
