En la última década unas 80 comunas o municipios de los departamentos de sur de la provincia de Santa Fe (sobre 97 que tienen ordenanzas) implementaron normas para reglamentar las fumigaciones como consecuencia de la creciente presión social respecto a las consecuencias sanitarias y ambientales del modelo agrícola pampeano.
Estas cifras fueron detalladas en un artículo de divulgación publicado este mes por investigadores de la facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario señala que en los últimos años ‘los habitantes de pueblos y ciudades perciben la aplicación de fitosanitarios como un riesgo potencial para su salud y para el ambiente’.
Asimismo, en el documento se destaca: ‘La consideración sobre el ambiente está creciendo en la sociedad como punto de atención. Esto está demostrado por el alto grado de preocupación puesto de manifiesto sobre la producción agropecuaria en los últimos tiempos en lo referente al uso de los fitosanitarios’.
Según advierten los investigadores este proceso se da principalmente en las franjas periurbanas, que constituyen ‘espacios intermedios y sin delimitación aparente entre lo que se considera que termina el pueblo y comienza el campo’.
Los investigadores proponen que para atender este fenómeno social es necesario desarrollar el concepto de ‘agromedicina’, con el fin de ‘generar un nuevo espacio de información y formación en el manejo de los fitosanitarios para los actores de la producción, de la vida rural y urbana’ ya que asocia de manera íntima dos aspectos: la salud y la producción.