La Agencia Protección Ambiental (APrA) de la Ciudad de Buenos Aires cuenta con una nueva herramienta para garantizar la calidad de vida de los vecinos: las Patrullas Ambientales. Esta flota de prevención y control está integrada, en esta primera etapa, por cuatro móviles preparados para detectar faltas ambientales y accionar en consecuencia.
Los principales objetivos de los móviles están enmarcados en la detección de altos niveles de ruido, de vuelcos de efluentes a los ductos pluviales, la disposición incorrecta de residuos peligrosos o el acopio de basura en la vía pública, entre otras faltas.
La Patrulla recorre la Comunas durante el día y; los jueves, viernes y sábados, también lo hace durante la noche. Uno de sus primeros logros fue la baja en los niveles de ruido en la zona de Las Cañitas: los valores cayeron de 85 a 71 decibeles, en promedio, gracias a su presencia y monitoreo.
Los resultados arrojados hasta el momento, permitieron detectar una serie de puntos calientes, y controlar aún más aquellos conocidos: por ejemplo, relevar las demandas vecinales, cuyo 70% se refirieron a ruidos molestos.
La patrulla, ante cada infracción, labra un acta o realiza la clausura del local o comercio, en caso de ser necesario. Luego, vuelve al lugar para corroborar que se hayan realizado las adecuaciones ambientales pertinentes.
A partir de agosto, además, se les incorporará una sonda de medición de radiaciones no ionizantes -para el control de las emisiones que generan las antenas de telefonía celular-, junto con un sonómetro que informarán al ciudadano las condiciones ambientales del lugar a través de una pantalla y en tiempo real.