El auge del cáñamo en la construcción de edificios

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En un futuro no muy lejano podríamos vivir en edificios construidos con cáñamo. Así lo apunta el informe The architecture of the future , elaborado por la plataforma digital de construcción y gestión de proyectos inmobiliarios PlanRadar. En concreto, ocho de los doce países analizados prevén utilizar este material en sus edificios futuros.

“Es un buen material para emplearlo como aislante o para la fabricación de hormigón o ladrillos, elementos básicos en la construcción”, señala Domagoj Dolinsek, codirector ejecutivo de PlanRadar.

La tendencia se enmarca dentro de la apuesta del sector por reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y contribuir a alcanzar una economía circular, que es aquella en la que no es necesario extraer nuevas materias primas porque se reutilizan infinitamente los recursos en circulación. El sector de la construcción comercial y residencial es responsable del 39% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), principal gas causante del calentamiento global, a la vez que genera el 30% de los residuos sólidos y el 20% de la contaminación de las aguas.

Otro material en auge es la madera. “En Catalunya ya se están construyendo edificios con estructura de madera”, indica David Masip, investigador de la Unitat de Desenvolupament de Producte de Eurecat. “La madera es un material nuevo en el sur de Europa, pero en los países del norte, siempre se ha usado para construcción”, añade Irene Ràfols, directora de Innovació de Producte i Simulació Multifísica de Eurecat.

Tanto la madera como el cáñamo son materiales de origen vegetal y, por tanto, renovables y biocompostables al final de su vida útil. Es decir, siempre se puede obtener más cáñamo o madera y no se convierten en un residuo. “Tendimos a un uso más eficiente de los recursos, que conllevarán la reutilización, una menor presión en el consumo de recursos, la valorización de residuos, y el uso de soluciones constructivas autóctonas o técnicas y tecnologías low tech que sean propias y perfectamente adaptadas a cada región o zona climática”, explica Jordi Marrot, director del área técnica de Rehabilitació i Medi Ambient del Col·legi d’Aparelladors, Arquitectes Tècnics i Enginyers d’Edificació de Barcelona.

Una tercera tendencia detectada en el estudio de PlanRadar el uso de materiales reciclados. Sin embargo, para Masip “el aprovechamiento de residuos para la obtención de materiales de construcción es una solución, pero no es la solución definitiva porque al final de esta nueva vida útil estos materiales acabaran siendo igualmente un residuo”.

Los materiales de construcción es uno de los parámetros que tienen en cuenta las certificaciones medioambientales de edificios, siendo las más conocidas la LEED y la Breeam. Según un análisis de la consultora inmobiliaria internacional JLL, Barcelona ocupa la primera posición en Europa en cuanto a porcentaje de proyectos de edificios de oficinas con estos dos certificados. En concreto, la Ciudad Condal copa el 68% de los proyectos previstos hasta finales del 2024.

En la actualidad, la capital catalana cuenta con 171 edificios con certificaciones LEED o Breeam (25 de ellos desde el 2021), lo que representa cerca del 12% de los edificios. Con los proyectos en curso hasta finales del 2024, el porcentaje aumentará hasta el 14%. Siete de cada diez nuevos proyectos certificados se ubicarán en el barrio del 22@.

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